Castillos inflables: ¿son seguros?
Muchos acontecimientos en la vida de un niño, y sobre todo los cumpleaños, tienen como complemento del festejo, el acceso a un Castillo Inflable. Esta estructura puede armarse al aire libre, en un patio o en un complejo, o disponer de ella en el interior de un salón ("pelotero" o similar).
La revista "Pediatrics", de la Academia Americana de Pediatría, publicó un artículo que resumía la estadística de accidentes registrados en EE.UU. por efecto del uso de Castillos Inflables, durante el período 1990-2010.
El alerta estaba dado por el aumento progresivo de accidentes con el correr de los años, obviamente asociado al mayor uso. El promedio indicaba que 30 niños por día se atendían en el sector salud de EE.UU., por lesiones provenientes de esas estructuras inflables.
Lesiones más frecuentes
El trabajo estadístico revelaba que, entre las lesiones más comunes, las fracturas implicaban un 28%, las torceduras o esguinces un 27%, mientras que los traumatismos en cabeza y cuello abarcaban un 19 %.
El problema es que si bien no eran las lesiones más frecuentes, los traumatismos de cráneo implicaban, no solamente conmoción cerebral, sino consecuencias más graves.
Si bien el mecanismo de la lesión es generalmente por caída, por aplastamiento o choque con otro chico, deben agregarse como efectos las escoriaciones, e incluso quemaduras por el roce con el piso de goma. La mayoría de las lesiones se producen en menores de 5 años.
La muerte de 7 niños
Las portadas de los medios se hicieron eco de dos tragedias: entre diciembre de 2021 y enero de 2022, siete chicos fallecieron a causa de voladura de castillos inflables: 6 chicos en un evento escolar, en Australia y una nena en una feria, en España.
Precauciones
El Comité Nacional de Prevención de Lesiones de la Sociedad Argentina de Pediatría, emitió un documento con una serie de recomendaciones en el uso de estas estructuras.
Cuando se monta el Castillo en el exterior, los padres deben asegurarse que la tarea la realice personal capacitado, usando suficientes cuerdas de amarre y con un mínimo de 6 puntos de anclaje o fijación. Un factor a tener en cuenta en nuestra región es el viento. Se recomienda que si corren vientos superiores a 45 km./hora, se debe proceder al desmonte y desinfle del castillo.
Debe haber un perímetro de seguridad de por lo menos de 1 metro alrededor del castillo, alejado de ramas o cables de electricidad y aplicado sobre una superficie plana. Los requisitos de instalación segura también son válidos para aquellas estructuras armadas en locales cerrados.
El material del castillo debe ser resistente, sin puntas peligrosas, con protecciones de goma, piso antideslizante, redes de protección.
El uso de Castillos Inflables está contraindicado para menores de 5 años. Es importante no mezclar edades entre los que están usando la estructura y también regular el número de chicos que se agrupen. Se calcula 1 chico por cada m2. de superficie inflable. Gran número de chicos compartiendo el castillo y con edades y tamaños diferentes, aumentan las posibilidades de traumatismos.
Deben evitarse juegos peligrosos de contacto y/o acrobacias. El chico debe ingresar sin calzado, anteojos, pulseras, relojes, etc. y recomendar que no se cuelguen de las paredes de la estructura o "escalen" a las alturas del castillo.
Rol de los adultos
Basta repasar las recomendaciones en cuanto a prevención, para deducir que uno de los factores más importantes es la presencia permanente de un adulto responsable que supervise el buen uso de un Castillo Inflable.
Regular número de ocupantes por vez, agrupar por edades y/o tamaño, controlar intensidad de los juegos, etc. son tareas a ejercer para disminuir al mínimo los riesgos de lesiones. El gran problema es que a nivel de rol del Estado no existe una regulación y control en cuanto al uso y mantenimiento.
Lo más importante: Un "castillo inflable" se ha convertido en un complemento bastante habitual en festejos que involucran a niños, y los padres tienen que conocer que el uso de esa estructura puede representar una actividad de riesgo.
