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Verano: cómo evitar daños oculares por la exposición a los rayos UV

martes 27 de diciembre de 2022
Verano: cómo evitar daños oculares por la exposición a los rayos UV

La radiación ultravioleta del sol ocasiona daños sobre la superficie ocular. Por lo general, provoca lagrimeo, ojo rojo, sensación de arenilla y visión borrosa. Por esa razón, es necesario prevenirlos, utilizando lágrimas artificiales varias veces al día y evitando la exposición a la radiación UV.

"La radiación UV puede producir daño en distintas partes del ojo: opacar el cristalino y generar cataratas, o provocar degeneración macular y maculopatía solar, que suelen ser irreversibles y producen disminución de la visión permanente, o incluso melanoma ocular y tumores en la piel de los párpados", sostiene Irene Copati, médica oftalmóloga MN 113.365 del Servicio de Oftalmología del Hospital Universitario Austral.

"Hay dos problemas bastante frecuentes. Por un lado, el pterigion, un crecimiento de la conjuntiva que va avanzando sobre la córnea y suele ser muy sintomático, al provocar ojo rojo y lagrimeo. Por otro, la pinguécula, que también es un crecimiento de la conjuntiva al lado de la córnea. Otro inconveniente es la queratitis provocada por fototraumatismo, es decir una lastimadura de la superficie de la córnea por el reflejo de los rayos solares en la nieve, la arena y el agua o por el uso de lámparas con radiación UV. Es muy dolorosa, y suele presentar visión borrosa, lagrimeo y ojo muy rojo", añade la médica.

Por supuesto que existen personas con mayor riesgo de sufrir daño ocular debido a la exposición a radiación ultravioleta. Es el caso de los pacientes operados de cataratas y que tienen una lente intraocular sin filtro UV.

También, el de las personas que pasan mucho tiempo al sol, como los trabajadores rurales y jardineros, o quienes realizan actividad física al aire libre. Además, las personas con ojos claros y los niños son más susceptibles.

"Ciertos medicamentos pueden producir mayor sensibilidad a la luz solar, por ejemplo algunos antibióticos como las tetraciclinas y las fluoroquinolonas, ciertas píldoras con estrógenos, y medicamentos para el paludismo o la psoriasis. En tanto, los usuarios de camas solares tienen un altísimo riesgo, no sólo de daño ocular sino de cáncer de piel, ya que la radiación de las camas solares es hasta 100 veces la del sol", asegura.

En consecuencia, la oftalmóloga del Hospital Universitario Austral sugiere reducir el tiempo de exposición solar, en particular entre las 11 y las 16, cuando los rayos inciden de manera más intensa, además de nunca mirar directamente al sol.

También recomienda usar en la cara protector solar con alto FPS, junto con sombreros o viseras que protejan de la radiación. En cuanto a los lentes de sol, propone "asegurarse de que sean de buena calidad, sin importar su color, pero con filtro UV 100%, es decir UV 400, UV-A y UV-B, y lo suficientemente grandes como para evitar que los rayos ingresen por los costados, incluso en los días nublados".

Para la especialista, la mejor protección es la prevención. "Quiero recalcar la importancia de no automedicarse y de consultar con un médico oftalmólogo ante cualquier duda. Muchas veces se usan colirios que terminan siendo contraproducentes o que no solucionan el problema. Los colirios con lágrimas, antiinflamatorios o antibióticos deben ser prescritos siempre por un médico oftalmólogo", completa.

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