Hitos en el Desarrollo del Lenguaje

 Tercera parte

En este último artículo de tres partes abarcaremos que ocurre dentro del desarrollo normal entre los 4 y 7 años de edad cronológica donde ya estaríamos en presencia del cierre de una etapa. Listos para la siguiente: la lectoescrita.

• 4-5 años: usa polisílabos mejor pronunciados. Puede haber dificultades en combinaciones como dr- tr por ejemplo. El fonema R vibrante ya puede estar presente. Utiliza diptongos. Desaparecen gran parte de los procesos de facilitación (toy por estoy, no usta por no me gusta). Se afianzan los tiempo verbales (van desapareciendo el “ponió”, el “vola”). Usa pronombres posesivos más claros y también los comprende (para vos, para mí). Usa más adverbios (ayer, hoy, mañana). Puede sostener largas y quizás complejas conversaciones. Acusa, miente, cuenta sus cosas, es preguntón, inventa cosas. A los 4 años su vocabulario es de 1500 palabras aproximadamente.

• 5-6 años: las estructuras sintácticas son más complejas y aumenta la morfosintaxis. Manejo nexos coordinantes y subordinantes. Usa toda clase de oraciones (hipotéticas por ejemplo) y extensas (sujeto, verbo, objeto, lugar, tiempo) y también las comprende. Hacia los 5 años ya tiene un desarrollo gramatical básico de su lengua. Maneja el para qué sirven las cosas. Distingue mano derecha de izquierda en su cuerpo. Identifica el humor y los absurdos verbales. Se da cuenta que puede hacer trampa en los juegos. Se pone en el lugar del otro y dan muestras de sus aptitudes emocionales (paciencia, generosidad) . Realizan juegos teatrales con abundantes diálogos y comentarios, juegan a disfrazarse y se suelen agrupar de 2 a 5 niños. El vocabulario es de aproximadamente 2500 palabras.

• 6 -7 años: afianzamiento generalizado de todos los fonemas (letras pronunciadas). Utiliza la voz pasiva (ej: el acto fue preparado por la seño) y conexiones adverbiales (tal como, con que). Incremento en la producción de pronombres posesivos, preposiciones de espacio y tiempo y formas irregulares en los verbos. Incremento de infinitivos y participios (mirado, salido). Hay manejo de antónimos y sinónimos de palabras conocidas y de cantidades relativas (más que, menos que, falta, sobra). Reconocen la hora. Inician conversaciones. Hay una perspectiva orientada a sí mismo, no tiene en cuenta al oyente aunque si es conciente de sus características. Aumenta la sofisticación en su habilidad para persuadir. Desarrolla habilidades conversacionales (toma de turnos, inicio, terminación, cambio de tema). Participa en juegos reglados. Regulan su conducta frente a cambios de ánimo, emociones y tensiones de los padres. Describe làminas. Hace chistes, adivinanzas. Comienza a apreciar los distintos efectos que tiene la lengua al usarla y a juzgar la correcta utilización de su propio lenguaje.

Como dijimos anteriormente, cada niño tiene sus tiempos pero siempre hay parámetros que nos ayudan a orientarnos y saber si algo no anda bien.  Los plazos dentro de estos hitos son hasta los 6 meses de lo establecido. Si entre el primer año y segundo de vida, los padres notan ausencia de actitudes comunicativas, hay que realizar una consulta, entes se esperaba hasta los 3 años.  Entre los 2 y 3 años se recupera muchísimo el desfasaje. Si la consulta es posterior o se produce una meseta, las posibilidades son menores pero siempre se debe continuar con las terapias, la estimulación y el acompañamiento para disminuir los efectos de un trastorno del lenguaje o el diagnóstico del cual se trate.