Todo Glaciares: Navegación por el Lago Argentino
En nuestro viaje a El Calafate, hicimos la excursión Todo Glaciares de la empresa Solo Patagonia. Nos ofrecieron dos opciones de horario: en la mañana, con embarque 8:30 hs, zarpe 9:00 hs y desembarque 16:00 hs, o a la tarde, con embarque 12:30 hs, zarpe 13:00 hs y desembarque 20:00 hs. Optamos por hacerla durante la tarde. La embarcación zarpa desde el Puerto Punta Bandera, a 47 kilómetros de la ciudad de El Calafate. Antes de embarcar fue necesario pagar el ingreso al Parque Nacional Los Glaciares en la misma terminal.
Una vez a bordo, comenzamos a navegar por el Brazo Norte del Lago Argentino, atravesando la Boca del Diablo, en dirección al Canal Spegazzini que ofrece vistas únicas de glaciares colgantes como el Glaciar Seco, el Glaciar Heim Sur y el Glaciar Peineta, antes de llegar al espectáculo mayor: el Glaciar Spegazzini. Con más de 135 metros, es el más alto del Parque Nacional Los Glaciares. Pudimos verlo de lejos pero antes de acercarnos, hicimos una parada para almorzar en el Refugio Spegazzini. Esta moderna estructura cuenta con todos los servicios: mesas y sillas, sanitarios, una tienda de souvenirs, una especie de minimercado, y lo mejor: vistas panorámicas del lago y el glaciar. Para el almuerzo podés llevar tu propia comida y calentarla o cocinarla en los hornos y microondas, comprar pizzas, tartas, empanadas, ensaladas en el minimercado, o contratar el tour con un menú regional con variantes para todos los gustos.
Desde el Refugio también hay un acceso a una playa, un sendero interpretativo y sillones para disfrutar de las vistas. El tiempo que paramos nos permitió disfrutar realmente del lugar y almorzar tranquilos antes de continuar con el paseo. Al horario indicado, volvimos a embarcar para acercarnos al Glaciar Spegazzini, una imagen realmente imponente. Luego, continuamos en dirección al Canal Upsala para navegar entre los témpanos de hielo que se desprenden del Glaciar Upsala. Fue una experiencia única poder verlos tan cerca, observar sus colores y cómo se mueven lentamente para girarse. El broche de oro fue la elección del capitán de uno de esos témpanos gigantes para acercarnos más y sacar fotos, además de pescar un bloque grande de hielo para poder tomar diferentes bebidas con hielo directamente del glaciar.
Toda la excursión fue una experiencia realmente placentera y única. Desde que embarcamos estuvo muy bien organizada, teníamos nuestra mesa asignada dentro del barco, las indicaciones fueron muy claras, anticipando las diferentes actividades y momentos. Durante la navegación se puede salir para ir tanto a popa como proa, los guías van avisando cuándo se puede ir a cada uno o a ambos. Recomendamos llevar abrigo, especialmente para cubrir cabeza y cuello, porque aún siendo pleno verano, había bastante viento y hacía frío. También algo para comer y beber si no se quiere comprar a bordo o en el Refugio.
