"Cuidar nuestra microbiota es cuidar nuestra salud"

¿Por qué cuidar la microbiota?

La microbiota intestinal está relacionada con muchos aspectos de nuestra salud y varios estudios han mostrado que una microbiota intestinal desequilibrada, se asocia a diversas enfermedades como la obesidad, la diabetes, el cáncer, las enfermedades cardiovasculares y las enfermedades del intestino, entre otras.

Se sabe que una alimentación diversa mejora la salud intestinal y promueve una composición equilibrada de la microbiota intestinal.

En línea con esto, los diferentes patrones alimentarios modulan positiva o negativamente nuestro microbioma, las restricciones energéticas tienen también efecto. Existen estrategias nutricionales que logran mejoran la diversidad, la abundancia y la estabilidad del microbioma.

Actualmente tenemos evidencia científica que apoya el uso de prebióticos y probióticos para mejorar la salud.

Hoy la salud se piensa también desde el intestino, los análisis de microbiomas podrían determinar decisiones nutricionales personalizadas para optimizar la salud intestinal y general.

La evidencia actual asocia en forma directa la Microbiota intestinal, la salud y la enfermedad.

Lo que comemos determina en gran medida el estado de nuestra microbiota intestinal. La modulación del microbioma es una herramienta fundamental para recuperar muchos aspectos de la salud.

El estudio de nuestra microbiota intestinal se remonta a principios del siglo XX. Mientras que Pasteur se interesó por las bacterias patógenas, uno de sus alumnos, Elie Metchnikov, decidió, unos años más tarde, estudiar las propiedades de las bacterias presentes en los intestinos. Puso en evidencia los efectos beneficiosos de los fermentos lácticos (aportados por la leche fermentada y el yogur) sobre esta flora y sobre nuestro organismo en general.

Como consecuencia de estos trabajos, lanzó la idea de que estas bacterias, lejos de ser patógenas, sin duda desempeñan un papel esencial en nuestro bienestar.