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Disfunción urinaria en la menopausia

domingo 17 de septiembre de 2023
Disfunción urinaria en la menopausia

 

El síndrome genitourinario de la menopausia (SGUM) es el término más preciso e inclusivo que describe los múltiples cambios que ocurren en los genitales externos, tejidos del suelo pélvico, vejiga y uretra de la mujer, y las secuelas sexuales por la pérdida de la función sexual y la libido causadas por el hipoestrogenismo durante la transición a la menopausia y la posmenopausia.

Estos cambios genitourinarios ocurren principalmente en respuesta a los niveles reducidos de estrógeno y al envejecimiento, y no se atenúan con el tiempo.

La pérdida de estrógeno provoca cambios anatómicos y funcionales, dando lugar a síntomas físicos en todos los tejidos genitourinarios.

Los tejidos pierden colágeno y elastina y hay alteración de la función de las células del músculo liso, reducción del número de vasos sanguíneos mientras que el tejido conectivo está aumentado, lo que conduce al adelgazamiento del epitelio, disminución del flujo sanguíneo y de la elasticidad. Algunas mujeres tienen múltiples síntomas, mientras que otras son asintomáticas.

En el Iniciative Study, el 60% de las participantes tenían evidencia física de atrofia vaginal, pero solo el 10% declaró tener síntomas. Las estimaciones sugieren que solo el 7% de las mujeres son tratadas. Muchas mujeres no sabían que había tratamientos disponibles.

Los síntomas después de la menopausia quirúrgica, el tratamiento para el cáncer de mama y la menopausia prematura suelen ser más graves y debilitantes.

Los puntos de vista sociales sobre la sexualidad de las mujeres a edades más avanzadas son esencialmente negativos, y los problemas sexuales suelen considerarse parte del envejecimiento normal.

Esto hace que muchas mujeres no busquen ayuda para sus síntomas. Hay una disparidad entre el número de mujeres que experimentan síntomas leves y aquellas que son tratadas.

Primero, las mujeres no están dispuestas, son tímidas o tienen vergüenza de hablar de sus síntomas con su profesional de la salud, especialmente si:

  • El profesional de la salud es joven y varón.
  • La paciente ha tenido una experiencia anterior negativa con un profesional médico.
  • La paciente considera sus síntomas como una parte natural del envejecimiento que ella debe "soportar".

A menudo, las mujeres esperan a que su médico las interrogue acerca de los síntomas.

La historia sexual debe incluir la presencia de una pareja estable o nueva, parejas circunstanciales, frecuencia de la actividad sexual, antecedentes de infecciones de transmisión sexual (ITS) y el efecto de sus síntomas en su intimidad sexual.

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