Lo motriz como base de todo aprendizaje
A través de la actividad motriz, los sujetos interactúan con el medio para modificarlo y también modificarse, a través del movimiento nos vamos adaptando al mundo que nos rodea y la realidad que nos toca vivir.
El movimiento corporal es el resultado de la coordinación del esquema corporal en relación al tiempo y el espacio. Tanto el movimiento como el diálogo tónico, cumplen un papel fundamental en la vida afectiva y social.
Por eso es tan necesario y esencial un desarrollo motor funcional en la infancia, ya que esto les permite a los niños explorar el mundo que los rodea, adquirir conocimiento y dar respuestas a los distintos retos que se le van presentando.
Cuando se habla del movimiento corporal que es la base de todos los aprendizajes, nos estamos refiriendo a los que abarcan desde los movimientos fetales intrauterinos, los que son luego reflejos primitivos y los que luego se van convirtiendo en acciones voluntarias.
Por eso las bases motrices son esenciales y es importante estar atentos a su desarrollo satisfactorio, acordes a las diferentes etapas de la vida.
En resumen, tenemos que fomentar el desarrollo motor en los niños, ya que los beneficios son significativos:
- Estimulan las funciones orgánicas.
- Permiten la adaptación de los niños al ambiente que los rodea y al medio ambiente en general.
- Favorecen el conocimiento del esquema corporal, la formación de la personalidad.
- Estimulan la creatividad.
- Favorecen la independencia.
- Los estimulan en la resolución de problemas.
- Estimulan el desarrollo de la socialización.
Si estas bases motrices no están, no hay aporte en las estructuras y esquemas de maduración, que les permitirán luego alcanzar hábitos, destrezas, y conocimientos en operaciones matrices.