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Rol fonoaudiológico en las hipoacusias

jueves 06 de julio de 2023
Rol fonoaudiológico en las hipoacusias

La fonoaudiología es una carrera universitaria dentro del área de la salud que presenta diversos campos de acción, pero si tuviésemos que encontrar una palabra que la defina o identifique es "la Comunicación".

La hipoacusia es la disminución auditiva, que no es sinónimo de sordera (ausencia total de audición) y que se clasifica en tres tipos: la hipoacusia conductiva, que es la que ocurre debido a un problema en el oído externo o medio (tapón de cerumen, otitis), la hipoacusia perceptiva o neuro-sensorial, que es la que ocurre por alguna lesión o falta de desarrollo o buen funcionamiento del oído interno (meningitis, ototóxicos, traumatismos) y la hipoacusia mixta, siendo una combinación de las anteriores.

Según el grado podemos dividirlas también en leves, moderadas, severas y extremas. Por su origen pueden ser hereditarias, congénitas o adquiridas y también pueden ser uni o bilaterales (un solo oído o ambos).

La función del fonoaudiólogo se refiere a la prevención, evaluación, diagnóstico, habilitación y rehabilitación de aquellas personas que padezcan algún grado de trastorno auditivo. Esto puede ocurrir desde el momento del nacimiento, hasta la vejez. Se encarga de guiar al paciente en su camino para volver a escuchar, o si nunca lo ha hecho, sus funciones se basan en enseñarle qué son los sonidos y como diferenciarlos, abarcando la atención primaria, la secundaria y la terciaria.

Exámenes que realiza el fonoaudiólogo:

Existe una amplia gama de recursos utilizables para detectar problemas auditivos, entre ellos están:

Audiometría tonal: A través del audiómetro, es una prueba subjetiva donde se obtienen umbrales del paciente y se determina si su audición es normal o si tiene hipoacusia, el tipo y el grado.

Logoaudiometría: Evalúa la discriminación auditiva, la presencia de pinzamiento del campo de confort. Compara umbrales con estudio de referencia.

Timpoanometría e impedanciometría: Evalúa el estado del tímpano, la función de la trompa de Eustaquio, la ventilación del oído medio, la presencia de reflejos frente a sonidos altos.

Pruebas supraliminares: Destinadas a saber si una pérdida neurosensorial es coclear o retrococlear (de la vía auditiva central).

Otoemisiones acústicas y productos de distorsión (OEA): Recogen las emisiones fisiológicas o provocadas por la actividad coclear.

Potenciales evocados auditivos de tronco cerebral (PEATC o BERA): Recogen el filtrado de la respuesta neural de un electroencefalograma tras estímulos sonoros. Sirven para detectar la integridad de la vía auditiva central y establecer umbrales

Pruebas de simulación auditivas: Tests para descartar simuladores o exageradores de hipoacusia.

El tratamiento también lo efectúa un fonoaudiólogo, con la colocación de prótesis auditivas, siendo las más frecuentes, los audífonos cuya función es la de amplificar la energía sonora que recibe de forma conveniente a la audición del paciente, mediante un procesamiento electrónico digital.

También existen los implantes cocleares que son dispositivos electrónicos computarizados que recogen los estímulos sonoros, los procesan y los transforman en estímulos eléctricos que estimulan, desde el interior de la cóclea, las terminaciones nerviosas del nervio auditivo.

El procedimiento quirúrgico lo realiza un otorrinolaringólogo, pero la activación, calibración y adaptación a este dispositivo, el fonoaudiólogo.

Más allá de lo que otorga la tecnología y los equipos de amplificación auditiva, la fonoaudiología realiza tratamientos de rehabilitación, tanto en niños como adultos, magnificando los resultados de sus aparatos y también favoreciendo la comunicación con el trabajo en consultorio.

Hoy podemos saber desde el momento del nacimiento si hay problemas auditivos y comenzar a actuar cuanto antes. Sabemos también que la industria, el ritmo de vida, los dispositivos personales de música, entretenimiento, etc., están dejando un futuro algo preocupante frente a este abuso de decibeles y maltrato que sufren nuestros oídos.

Sabemos también que hay leyes que comenzaron a proteger a los trabajadores y los evalúan periódicamente optimizando las medidas de prevención. Aspectos buenos y no tan buenos, pero lo importante, es que están siendo considerados. Que existe más información y posibilidades de acceso a una consulta para poder cuidar, atender y/o mejorar nuestra audición.

El fonoaudiólogo debe centrarse en la reintegración del individuo al entorno en que anteriormente se desenvolvía, así como también ser partícipe en la reeducación respecto a las capacidades y potencialidades que el paciente ha adquirido o re-adquirido tras la intervención.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

  

 

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