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"Tanto odio…"

jueves 09 de noviembre de 2023
"Tanto odio…"

El odio es anterior al amor en la estructura de nuestro psiquismo. Es el rechazo del yo primitivo a todo lo que es "no -yo", a lo diferente, a lo que se opone a nuestros deseos.

"Su majestad, el bebé", odia ese pecho que lo hace esperar y no calma de inmediato su hambre. Pero ama al que le provee leche- vida. 

Los dientes son la primera arma que le permite atacar-morder a ese enemigo que no satisface inmediatamente sus deseos. Ese pecho al que quiere devorar, apropiarse, canibalizar, poseer. Un pecho envidiado porque está lleno de riquezas, alimento, vida y que tiene el poder de matarlo de hambre.

Solo más adelante descubre que el pecho es parte de una madre que lo alimenta y lo cuida, y que si la mata a dentelladas se queda solo y desprotegido. Aprende que amar es cuidar a quien necesita, preservándolo de su hostilidad. En el fondo siempre estará el egoísmo. "Te cuido (de mi hostilidad) porque te necesito".

Con la evolución aprendemos, con dificultad, que el odio es destructivo y que si no cuidamos lo que necesitamos (los vínculos, la naturaleza, el lugar en el que vivimos), nos perjudicamos. Que el odio es, finalmente, auto-destructivo. Por querer "ganar" terminamos perdiendo. 

El terreno que logremos conquistar será un terreno devastado x la guerra, yermo de frutos y flores, regado por cadáveres. Y nos habremos convertido en asesinos. 

El odio habrá triunfado sobre el amor, nuestro lobo interior habrá descargado su ira y nuestra humanidad habrá retrocedido a los tiempos de la primitiva horda. 

El fracaso de la evolución es el fracaso de la raza humana llevada a su propio y lento exterminio, embarcada en luchas estériles que, disfrazadas de ideología, encubren emociones egoístas, envidia, luchas por el poder e intolerancia frente a lo diferente. 

En fin, tan diferentes no somos los humanos. Todos somos capaces de sentir odio, envidia, amor, atracción, celos, etc., en diferentes mezclas y proporciones. Es solo la manera en que lidiamos con estos sentimientos lo que nos diferencia. Lo que permite que avancemos desde las primitivas pasiones infantiles al equilibrio de la madurez. 

Como en la escuela, algunos se quedan en la primaria. Aprender a vivir no es fácil, pero creo que el esfuerzo vale la pena.

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