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Embarazo y veganismo

viernes 11 de noviembre de 2022
Embarazo y veganismo

El 1° de noviembre se considera como el día mundial del veganismo, como concientización para disminuir el consumo de alimentos de origen animal.

En el año 1944 se fundó la Asociación de Veganismo de la mano de Donald Watson en Inglaterra. Desde allí se han ido modificando hábitos que llegan a que hoy en día muchas personas han adoptado al veganismo como su forma única de alimentación. Tenemos que diferenciar la dieta vegana de la vegetariana. Esta última es la que adopta la persona y que no tiene tanta restricción en los alimentos como la vegana. Pueden consumirse derivados de los productos animales, pero NO carnes de ningún tipo.

Y el tema que nos ocupa hoy es la posibilidad que este tipo de dietas pueda generar inconvenientes a la hora del embarazo.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) no recomienda el veganismo puro, pero sí le daría la oportunidad al “vegetarianismo” dado que se ha visto que este tipo de dieta basada en vegetales, ha reducido la incidencia de varias enfermedades como ser cáncer colorrectal, obesidad, diabetes, accidentes cerebrovasculares, infartos, etc.

El mayor problema existe en que, por el estilo de vida que llevamos, tendemos a consumir los alimentos vegetales ULTRAPROCESADOS y ello trae aparejado la ingesta de congelados que contienen una variedad importante de conservantes, muchos de ellos cancerígenos.

Y volviendo al tema embarazo nos hacemos la siguiente pregunta: ¿Es conveniente y factible seguir con una dieta vegana en el embarazo?  La respuesta es SI, pero con algunas condiciones.

Sabemos que una dieta vegana es deficitaria en vitamina B12, elemento absolutamente necesario para la eritropoyesis, es decir, formación de los glóbulos rojos. La falta de vitamina B12 puede llevar a la anemia a un individuo que no la ingiera.

La falta de ácido fólico, derivado de la vitamina B12 y presente sólo en la alimentación animal, traería como consecuencia alteraciones en el desarrollo del tubo neural del bebé.

Por ello, el aporte debe ser extra a la dieta alimentaria.

Si bien hay vegetales de hojas verdes, legumbres como las lentejas, brocoli y todos los de hojas oscuras que contienen hierro, no lo es en la cantidad suficiente que necesita una embarazada para no sufrir un déficit de este mineral si no lo asocia con la vitamina C, que sería su transporte a la sangre.

La vitamina D y el calcio se pueden obtener de bebidas vegetales de soja que han sido enriquecidas industrialmente, pero ya volvemos al comentario anterior que todo lo que pase por un proceso de modificación, puede traer otros inconvenientes.

Por todo lo expuesto, podemos decir que una dieta vegetariana con consumo de huevos y lácteos sería más segura que una dieta vegana exclusivamente, donde el aporte de suplementos medicamentosos sería una condición inexorable para un buen desarrollo del bebé.

 

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