martes 23 de abril de 2024
9.9ºc Comodoro Rivadavia

Mamá: ¡¡Me aburro!!

miércoles 31 de agosto de 2022
Mamá: ¡¡Me aburro!!

 

¿Cuántas veces escuchas esto como madre y te desesperas?

¿Qué pasa que los niños y niñas no toleran la inactividad y no soportan la sensación de estar aburridos?

Y las madres y padres, ¿por qué no soportan que sus hijos le digan que están aburridos?

Hemos impuesto a nuestros niños un ritmo frenético en sus vidas, y luego la pandemia nos dio un” parate”, donde tuvimos que ingeniarnos para que ese ritmo no se pierda, apelando a lo que sea.

 

Y todo esto porque están acostumbrados a actividades escolares, extraescolares, con la agenda siempre llena.

Cuando la Pandemia los aisló en casa, las redes , internet, los juegos virtuales, los ocupaba constantemente. Aunque muchos, por no tener la capacidad de aburrirse, han tenido consecuencias emocionales.

¿Que se le contesta a un hijo o hija que nos dice me aburro?

Sería ideal, poder enseñarles que el aburrimiento no existe, que los momentos de quietud, de no estar haciendo actividad, puede ser aprovechado para disfrutar el despliegue de la creatividad, la imaginación, la meditación.

La quietud regala a la mente la posibilidad de oxigenarse, de soñar y construir, un escenario perfecto para aprender a vivir de una manera más relajada facilitando la ejercitación de la paciencia, la concentración.

Porque el ocio es sano. Si se puede aprovechar para direccionarlo a estos objetivos.

¿Te aburrís?, bueno, aprovecha a pensar, a relajarte, a descansar.

¿Podríamos decirle esto a nuestros hijos?

Porque estar en actividad es buen, pero el exceso de ellas les impone un ritmo frenético, y puede repercutir negativamente en su desarrollo emocional.

Está demostrado que los niños y niñas que crecen entre demasiada exigencias y obligaciones terminan sintiéndose estresados, saturados, sobre- exigidos, y no pueden reparar en otras cuestiones más internas.

Son niños y niñas que no toleran estar solos, que no toleran estar sin hacer nada, ya que tienen que “tener la agenda llena”, para sentirse “llenos”, completos.

Podríamos pensar, también como adultos que somos, ¿esto es lo que nos hace felices? ¿No tener tiempo para aburrirnos? ¿Para el ocio? ¿Para relajarnos?

Lo mismo se aplica a ellos, aprender a estar solos, a aprovechar los momentos en que no tienen nada que hacer, aprender a revertir la situación de aburrimiento por situaciones placenteras de poder estar con ellos mismos. Aprender a conocerse, experimentar sensaciones propias

Relajarse, meditar, hacer una introspección.

Seguramente, si nos permitimos y les permitimos el aburrimiento, podríamos ser más felices.

¿Están de acuerdo?

Te puede interesar
Últimas noticias