Exilios

Comodoro, un lugar donde si no sos nyc sos exiliado.
Comodoro, crisol de distintas provincias y de distintas razas
Exiliados reunidos en una Feria de las colectividades y hubo también una feria de las provincias
Ciudad de duelos y despedidas, de emigrantes reuniéndose para recordar y compartir su cultura y sus costumbres, para no perderse del todo en este lugar sureño donde el viento brama.
Donde poco a poco te vas enamorando del paisaje agreste, de los cerros y el mar.
Después de tanto llorar otros horizontes, después de mucho extrañar otras ciudades y otros afectos.
Y empezás a echar raíces nuevas, raíces que se estiran hasta aquellos recuerdos en un hilo que une pasado y presente. La historia continúa en nuevas experiencias. Cambias cines y teatros, ruidos y luces por una paz que aprendes a disfrutar.
Los nyc no te la hacen fácil, cuesta que te acepten y te integren a sus grupos de nativos orgullosos de su lugar patagónico.
Lleva tiempo y trabajo integrarse, mezclar historias y recuerdos. De tantos años caminando y haciendo, a veces les ganas a algunos en el juego del “te acordás de…?”.
Transitas trabajos, encuentros, hacés hijos patagónicos, aprendés a cotillear con propiedad y sabiendo de quién se habla. Terminás incorporando a tu identidad un hogar más. No sos de aquí ni sos de allá, sos, soy “portegònica”. Habrá cordogónicos, catagónicos y muchos más.
Puede que algún día regreses a tus orígenes y otra vez sufras el exilio, la despedida, el duelo.
Porque la Patagonia ya te cambió, tu identidad se modificó y en tu mapa quedó escrita una “historia de dos ciudades”, que es ahora parte de tu libro de vida.