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Ley de Identidad de Género: 10 años

domingo 15 de mayo de 2022
Ley de Identidad de Género: 10 años

El 9 de mayo de 2012 se sancionó la Ley n° 26.743 de Identidad de Género en la Argentina, una medida pionera en el mundo que reconoce el derecho de las personas a ser inscriptas en su DNI acorde con su identidad de género. Un resultado de la lucha colectiva que permite construir una sociedad con más derechos, igualdad e inclusión. El impacto de la Ley en la música, la literatura y el deporte.

El lunes pasado se cumplieron 10 años de la sanción de la Ley de Identidad de Género, la primera en el mundo que no patologiza las identidades trans y permite acceder al cambio registral a través de un simple trámite administrativo, sin necesidad de acreditar pericias médicas, intervenciones quirúrgicas o tratamientos hormonales. Además, reconoce el derecho a la salud integral. Gracias a la Ley, en estos diez años 12.655 personas modificaron su DNI.

El 9 de mayo de 2012 a las 21.10 h, con 55 votos afirmativos, ningún negativo, y una abstención, el Senado aprobó la Ley 26.743 que permitiría a las personas registrarse en su DNI con su nombre, foto e identidad de género. También garantizaría el acceso a los tratamientos de salud a toda persona que requiera modificar su cuerpo de acuerdo con el género autopercibido.

“Creo que la sanción de la Ley fue un gran avance en materia de derechos pero no solamente para las personas que en ese momento no podían ejercer su derecho identitario, sino para todo el pueblo argentino, porque cuando se suma un derecho para parte de una población lo que hace es marcar que una sociedad es mucho mejor”, contaba la activista trans Paula Arraigada.

La Ley, sancionada el 9 de mayo y promulgada el 23 de mayo, entiende la identidad de género autopercibida como “la vivencia interna e individual del género tal como cada persona la siente, la cual puede corresponder o no con el sexo asignado al momento del nacimiento, incluyendo la vivencia personal del cuerpo. Esto puede involucrar la modificación de la apariencia o la función corporal a través de medios farmacológicos, quirúrgicos o de otra índole, siempre que ello sea libremente escogido. También incluye otras expresiones de género, como la vestimenta, el modo de hablar y los modales”.

Cuando el sexo y el nombre que figuran en el DNI no coincidan con la identidad de género de la persona, se puede solicitar una rectificación registral, incluso en el caso de niños o adolescentes, quienes también lo podrán solicitar a través de un representante legal.

Esta es la primera Ley de Identidad de Género del mundo que no requiere diagnósticos médicos o psiquiátricos, ni operaciones de cambio de sexo para acreditar la identidad. Tampoco requiere un trámite judicial o administrativo. Para rectificar el registro del sexo solo hay que presentarse ante una oficina del Registro Nacional de las Personas (Renaper).

Un reciente informe del Renaper sostiene que en estos diez años, 12.655 personas modificaron su DNI por la ley de Identidad de Género.

El organismo informó que en 2021 fueron 515 las personas trans, travestis y no binaries que gestionaron un nuevo documento. De ese total, 151 personas se autoperciben como feminidad trans, 255 como masculinidad trans y 109 como no binaries.

Y, en lo que va de este año, 138 personas accedieron a la rectificación del DNI, 39 de ellas son transfeminidades, 66 transmasculinidades y 33 identidades no binaries.

La Ley también regula el acceso a la atención sanitaria integral de las personas indicando que podrán acceder a intervenciones quirúrgicas totales y parciales, a tratamientos hormonales para adecuar su cuerpo sin necesidad de requerir autorización judicial o administrativa. Y menciona que los tratamientos médicos de adecuación de género deben ser incluidos en el Programa Médico Obligatorio (PMO), lo que garantiza una cobertura de las prácticas en todo el sistema de salud, tanto público como privado.

En la misma línea de la Ley sancionada hace una década, el presidente de la Nación, Alberto Fernández, anunció el 21 de julio de 2021 la puesta en marcha del DNI para las personas no binarias, incorporando la nomenclatura “X” como opción a la hora de consignar el género. Y pocos días antes se había promulgado también la ley de cupo laboral para personas travestis, transexuales y transgénero.

El impacto de la Ley llegó también a la música, el fútbol y la literatura. La Universidad de las Artes (UNA) cuenta con una cátedra de Canto Disidente que cumplió un año y es un espacio pionero de formación lírica con perspectiva no binaria.

Y cada vez hay más libros sobre Educación Sexual Integral (ESI), biografías de personas que transicionaron de un género a otro, relatos de infancias y adolescentes trans y travestis, mangas reversionados con perspectivas inclusivas, y ficciones escritas por cuerpos e identidades no hegemónicas.

Los cambios igualitarios llegaron también al fútbol y ahora conocemos las historias de las jugadoras trans Mara Gómez, Tiziana Lezcano y Jezabel Carranza que pueden jugar hoy el Campeonato Femenino de la Primera División de la AFA.

 

cultura.gob.ar

 

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