viernes 29 de marzo de 2024
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“Lo que creemos que son los motivos de nuestra conducta son generalmente los pretextos para ella”

miércoles 16 de marzo de 2022
“Lo que creemos que son los motivos de nuestra conducta son generalmente los pretextos para ella”

 

La columna “Una mirada interna” ha llegado a sus 25 años de difusión semanal ininterrumpida a través de Crónica, en la ciudad de Comodoro Rivadavia. ¡Su primer cuarto de siglo! Y como todo cumpleaños depara, entre sus luces y sombras, un espacio para la introspección, ese momento que uno dedica para ir hacia adentro contemplando y contemplándose desde la interioridad.

Mucha agua ha corrido por el río social, desde aquel 15 de marzo de 1997 en que la columna nació a la comunidad, como una voz que invitaba a pensarnos como parte de un todo, analizando cuál es el aporte de cada uno a ese todo.

Cuáles son nuestras acciones o la falta de ellas, que nos tienen como partícipes inevitables de la construcción social.

He buscado en el pensamiento de los hombres y las mujeres de todos los tiempos, el complemento para aportar otras miradas que ayuden a direccionar la tarea, ya que involucrarnos en lo que nos pasa nos transforma inevitablemente en copartícipe de la realidad, para dejar de actuar como espectadores no involucrados en los hechos, aunque sí en los resultados, transformándonos así, en críticos permanentes de los demás.

¿Qué nos pasa como sociedad (a nosotros)?

¿Cómo accionamos o reaccionamos (nosotros)?

¿Cómo nos involucramos o dejamos de hacerlo (nosotros)?

¿Qué sufrimientos y atropellos padecemos (nosotros)?

¿Por qué permitimos lo que permitimos (nosotros)?

Siempre somos “nosotros”, el conjunto, yo, tú, él, nosotros, vosotros, ellos, los que conformamos el espectro social y le damos sus características.

Todos somos partícipes aportando nuestra gota de miel o de hiel al contexto en que estamos insertos.

“Ellos”, los de cada color político, “ellos” los de cada credo religioso, ellos: los tibios, los fríos, los esperanzados, los desesperanzados, los ilusos, los realistas, los soberbios, los humildes, los potentados, los sin techo… La sumatoria de “ellos” conforman el “nosotros”: el pueblo argentino. ¡Nuestro pueblo! Que se desliza por una pendiente social cada vez más pronunciada que se evidencia como sin retorno.

Si “ellos” son culpables, “nosotros” quedamos excluidos asistiéndonos así el permanente derecho de despotricar contra todos y todo.

Una nación que se especializa en construir “ellos”, desestimando el “nosotros” no puede avanzar, ni progresar, ni imaginar tan solo vínculos que la construyan, engrandezcan, dignifiquen y pacifiquen,

Para equilibrar los “ellos” en un confiable “nosotros” se debe contar con trabajo digno, educación que concientice y justicia. No contamos con ninguna de esas condiciones. Seguiremos condenados, entonces, a continuar dividiendo y dividiéndonos en innumerables “ellos” que caminan solitarios, por una senda que lleva por el constante quiebre social.

Mañana cumple 25 años esta columna que a lo largo de su historia ha reflexionado sobre los mismos problemas sociales, una y otra vez, sin que hayan sido solucionados por los gobiernos de turnos, ni por lo que ocupan todo tipo de cargos a expensas del pueblo. Sin embargo, la política continúa despertando avidez “vocacional” en los bolsillos de tantísimas personas que juran –para sí mismos- defender sus propios intereses mientras que en el panorama social la miseria, en todas sus formas, instala sus dominios…

El doctor José Ingenieros, en su siempre actual: “El hombre mediocre” los define diciendo: “Los serviles merodean por los Congresos en virtud de la flexibilidad de sus espinazos.”

Entonces ¿qué más se puede decir cuando todo se ha mezclado y confundido tanto, transformando a la cotidianidad en un tren fantasma con un recorrido interminable, sí, como decía Julio Cortazar: “Las palabras nunca alcanzan cuando lo que hay que decir desborda el alma?

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