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Pandemia y salud mental: ¿Cómo impactó el virus en la psiquis de la gente?

domingo 12 de septiembre de 2021
Pandemia y salud mental: ¿Cómo impactó el virus en la psiquis de la gente?

La pandemia del coronavirus causó estragos no solo en las distintas economías argentinas, sino también en la psiquis de las personas. En marzo de 2020, el presidente Alberto Fernández anunciaba el inicio de un duro confinamiento para atenuar los impactos del virus en el país. A partir de ese momento, la salud mental de la ciudadanía entró en jaque, porque hubo que someterse a algo nunca visto en la historia reciente: estar encerrados sin poder salir a (casi) ningún lugar. En este informe, distintos profesionales analizan el impacto del aislamiento preventivo, social y obligatorio y cómo fue el comportamiento de la gente durante más de un año de pandemia.

El primer profesional de la salud mental que habló con Crónica respecto al impacto que tuvo la pandemia del coronavirus en la psiquis de las personas fue Lucas Lopetegui. El licenciado en Psicología comenzó su análisis respecto al tema planteando que desde una visión personal hablar de manera general sobre lo que representó el aislamiento para la gente quizá no es el mejor modo de analizar la cuestión. “Me parece que esto de querer dar una respuesta universal, totalizante o globalizante, no es lo correcto. Yo creo que hay que hablar de casos puntuales, analizar caso por caso. Esta situación que estamos viviendo es algo inédito, no pudimos preverla. Vino a desestabilizar todos los marcos de referencia, las coordenadas que usábamos para sostener nuestra vida diaria. Cada uno sostenía su día a día de acuerdo a sus deseos, responsabilidades y obstáculos, al sentir particular de cada uno, y sin dudas, esta situación de desestabilización generó mucha incertidumbre”, sostuvo.

“La pandemia generó mucha incertidumbre. Cada uno afrontó esta situación de una forma distinta, y a partir de ahí pudimos observar diversas manifestaciones. Angustia, tristeza, ansiedad, miedo. Es decir, tuvimos que afrontar algo que no sabíamos cómo se iba a dar. Por lo tanto, estas manifestaciones se pueden considerar lógicas y esperables ante una situación como esta.

Cabe aclarar que, lo que se ha denominado aislamiento social, en realidad ha sido un aislamiento físico. El aislamiento fue un aislamiento de los cuerpos, el virus se transmite de organismo a organismo, y lo social va más allá del cuerpo. Uno no deja de ser social por el hecho de estar aislado físicamente. De hecho, hemos tenido que buscar otras formas para mantener los vínculos, incluso sin la presencia de los cuerpos. Ante problemas concretos que produjo la pandemia, se han visto construcciones colectivas, comunitarias o sociales, que intentaron dar solución a las dificultades, poniendo en relieve la importancia del otro”, agregó Lopetegui.

Cambios en la intimidad de las personas

Lucas Lopetegui resaltó además que la pandemia provocó cambios, no solo en el espacio social sino también en la intimidad de la gente, esto, asociado a una nueva configuración de los espacios y del tiempo en los mismos. Además, contó que durante la etapa más dura del aislamiento, en su caso particular no tuvo pacientes que estuvieran afectados puntualmente por todo lo que generó el encierro. “A mí no me ha tocado recibir demandas puntuales por la pandemia, pero esto sin dudas nos afectó en mayor o menor medida a todos. Algo que se observó mucho, es el hecho de que, al estar encerrados, muchos cambiaron su forma de hacer para algunas cosas. Si uno convive con su familia, o también solo, las cuestiones del espacio íntimo cambian. La gente tuvo que construir sus propios modos para enfrentar este fenómeno”.

Posiciones sumamente extremas

Claramente, la pandemia del coronavirus generó distintos comportamientos en las personas, diferentes formas de reaccionar frente a la adversidad que representó el virus que dejó cientos de miles de muertos en todo el mundo. El entrevistado analizó esta situación y planteó que “el virus generó posiciones sumamente extremas, desde respuestas cargadas de solidaridad, amor y empatía, hasta cuestiones vinculadas a la segregación y el odio al otro, al vecino que tengo al lado, que se vuelve un potencial peligro para mi vida porque me puede contagiar. También cuestiones vinculadas a la relación con la muerte. De pronto, la muerte se volvió algo mucho más cercana para las personas. La pandemia generó mucha incertidumbre, esto de no saber con certeza qué es lo que va a venir. Deberemos ir buscando modos de hacer en función de los cambios que se vayan produciendo, como hemos hecho a lo largo de este año y medio”, reflexionó.

¿Dónde nos llevará la pandemia?

En el cierre, Lopetegui se refirió al desenlace de la pandemia, un momento que muchos esperan ansiosos desde hace tiempo.

“No pienso la salida de la pandemia como un lugar específico al que vamos a llegar, lo pienso más bien como una situación que iremos transitando paulatinamente, conviviendo cada vez menos con el virus. No podemos pronosticar con certeza cuáles serán los cambios que se establecerán como permanentes y cuales serán temporarios en lo que respecta a la salud mental, como tampoco es posible predecir cómo reconfiguraremos las coordenadas de nuestras vidas con los cambios que empezaremos a ver a medida que se levanten las restricciones”, concluyó.

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