Proyecto de la Escuela 798 promueve la reducción de plásticos, separación de residuos y el reciclaje

En el Día Mundial del Ambiente, la Escuela Secundaria Nº 798 da a conocer su proyecto que fomenta a las escuelas ser el espacio para comenzar a generar buenas prácticas de manejo de RSU -residuos sólidos urbanos-, en particular los residuos domiciliarios reciclables hasta que la separación de residuos, sea un hábito entre todos los miembros de la comunidad escolar. 

En concordancia al enfoque de este año del Día Mundial del Ambiente, en la reducción de la contaminación por plásticos, la escuela secundaria que funciona en el barrio Pueyrredón de esta ciudad, propone accionar por la causa y contribuir a una economía circular. 

Germán Leiva, profesor de Ciencias Naturales a cargo del proyecto junto con la profesora Noelia Cabral, brindó más detalles a Crónica sobre la iniciativa. “La intención del proyecto es que sea en la escuela el punto donde podemos recuperar todos los reciclables que generamos en nuestros domicilios. La idea es impulsarlos no sólo a los chicos a aprender a separar residuos en casa, sino también incorporar y extender esa práctica a los miembros de la familia”. 

Por el momento, el proyecto abarca el primer año del secundario, pero el objetivo es extender la práctica hacia todo el ciclo básico que comprende primero, segundo y tercer año. Tanto del turno mañana como del turno tarde.

Con respecto al tipo de plásticos que recolectan, Leiva explicó que “son de distintos tipos de polietileno, sería plástico tipo 1, 2, 4, 5, 6, también tapitas y hacemos ecobotellas. Todos esos plásticos limpios y secos que recuperamos los depositamos en un bolsón y una vez que se completa, Urbana se encarga de trasladarlos hacia su planta de tratamiento y de ahí van a su centro de reciclaje”.

Continuó explicando que “ellos normalmente envían a otros destinos para su reciclaje. Nosotros estamos trabajando fuertemente en la recuperación de esos reciclables para evitar que vayan hacia otros destinos y que forme parte de la basura en el ambiente”.

Se proyecta juntar un mínimo de 300 kilos de plástico por semana

La escuela aspira que la separación de residuos se vuelva un hábito en los alumnos y comunidad educativa en general, por lo que el objetivo es realizar una ecobotella por alumno, por semana. Respecto a este punto, Leiva explicó en primera instancia, que una ecobotella tiene aproximadamente entre 70 a 100 gramos o más de capacidad de almacenamiento, dependiendo de la capacidad del envase.

“Supongamos unos 100 gramos por ecobotella y los chicos son aproximadamente 300 en el ciclo básico, tendríamos un aproximado de 300 kilos, sólo de ecobotellas por semana” y agregó “si lo extendemos en el tiempo a esta práctica, implicaría haber separado o haber quitado de la basura, muchísimo plástico que puede volver otra vez a formar parte de la economía dentro de la sociedad en lugar de utilizar nuevas materias primas, para generar plásticos”.

Germán Leiva, profesor de Ciencias Naturales a cargo del proyecto.

“La idea es que el proyecto funcione como modelo para otras escuelas e incluso vecinales”

Entre los objetivos del proyecto dentro del establecimiento escolar, se encuentra el de reducir a cero, envoltorios en tachos y cestos escolares, sustituyendo por ecobotellas en galería o aulas, favoreciendo el orden y la limpieza.
Más allá de eso, se pretende que el alcance de la propuesta sea mayor, con la idea “de que lo podamos extender hacia otras escuelas y que funcione como un modelo para que sea la escuela el lugar en el que se recupere los plásticos, que son el tipo de residuo de mayor impacto”, dijo el profesor Leiva. 

Continuó explicando que “también se puede trasladar hacia otros lugares donde puedan recuperarse otro tipo de residuos como por ejemplo, el tetrabrik, latas y el cartón que son también los que generan mucho impacto en la sociedad. Entonces sería interesante, por ejemplo, que las uniones vecinales se sumen a esta propuesta de recuperación de esos residuos y así con el tiempo es de esperar que se vea una ciudad más limpia y sobre todo generar un tipo de conciencia a nivel de responsabilidad individual”, concluyó.