Matías Diaz, el arte como refugio

Desde los 12 años se encuentra inmerso en el mundo del graffiti de la cultura hip hop, en este ambiente su nombre artístico es Sonic; mientras que cuando pinta obras y murales firma como Dz Matías. Esta otra faceta artística la descubrió algunos años después.

Al respecto relata: “El interés que tengo por el arte creo que surgió de grande, antes de terminar la secundaria empecé a indagar sobre las disciplinas, empecé a leer historia del arte, entender muchas cosas que quizás antes no las entendía”.

Cuenta que cuando era chico todo el día estaba pintando y dibujando, pero no lo consideraba un ejercicio artístico, asimismo señala que “Lo concebía como algo para distraerme, pasar el tiempo, y eso se convirtió en un refugio. Era un refugio ante la inmensidad de las cosas que le pasan a un pibe. La infancia y la adolescencia son momentos muy difíciles para cualquier pibe, momentos de muchas dudas y muchos cambios, cosas que te van pasando en el proceso a la etapa adulta. En ese proceso el arte siempre estuvo conmigo”.

Obras en el Museo Ferroportuario

Dos de sus cuadros se encuentran expuestos actualmente en el Museo Ferroportuario: Hygea y Otoño. “Hygea” está hecha sobre bastidor con óleo y aerosol, dedicada a la diosa griega de la higiene y la salud. Sobre la obra Matías explica: “partí de un cuadro de Rubens y lo que me interesaba era llevarlo al lenguaje artístico contemporáneo, del muralismo y el graffiti. En ese cuadro se pueden ver muchas de las disciplinas que hago mezcladas: el óleo, que me enfoco en la figuración de la persona; y el aerosol que es lo que uso mucho de cuando hacía graffiti y lo sigo usando en los murales también”.

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La otra obra en exposición es “Otoño”, realizada con acrílico sobre bastidor: “el acrílico es utilizado de una manera más espesa, justamente ese cuadro tiene una estatua que está en La Plata, la pinté inspirado en el otoño platense que es hermoso; hay muchísimos árboles y muchísimas flores, y en otoño salen todos esos colores marrones, rojos y amarillos. Yo soy de Comodoro y ver el primer otoño en La Plata fue un cambio total” comenta sobre la obra.

Primeros pasos en el mural

El primer mural que pintó fue el de Diego Maradona que está en Avenida Lisandro de la Torre y Estados Unidos, en el año 2020.  “Considero que ese fue mi primer mural, antes venía haciendo otras cosas en el espacio público, pero era graffiti” cuenta el artista y agrega que “me gusta pintar en grande y me gusta llevar mi estilo a la figuración, a generar otra cosa en las paredes, que tenga identidad con el entorno, con el contexto y con la sociedad. Como funcionó ese mural, me gustó y me di cuenta que podía hacer cosas grandes, ahí arranqué”. Varias de sus obras se encuentran cerca de su casa: en el barrio Ceferino, en las 313 viviendas y sobre la Avenida Kennedy.

Entre ellos sus obras más viralizadas en internet son las que dedicó a Maradona, pero sus murales contienen temáticas variadas. En este sentido menciona que “todos los trabajos que hago son de una incidencia social diferente, no solamente resumo mi arte a los murales relacionados al deporte, todo lo contrario, creo que el arte tiene la capacidad de abarcar muchos aspectos que conmueven al ser humano”.

Personas que se convierten en mito

El artista cuenta que el primer mural de Maradona surgió de manera espontánea, tras la muerte del astro del fútbol y con la emoción de parte del país que despedía a su ídolo. Posteriormente lo contrataron para pintar los demás, siendo sus primeros trabajos pagos como muralista.

“Hay murales que surgen así, no hay que pensarlo demasiado, es lo que pasa en la sociedad. Ese mural en ese lugar y en ese momento era muy necesario porque representaba el sentimiento que tenía, creo yo, el 90% de los argentinos” explica Matías y menciona que el futbolista “se excedió a cualquier frontera, a cualquier disciplina y cualquier equipo de fútbol, yo soy de Boca, pero creo que el fenómeno Maradona va más allá de cualquier escudo”.

En esta línea, asegura que “hay mitos y hay personas que se convierten en mito, y que van más allá de lo que pueda representarle a uno u otro, es algo que va a convivir por siempre en el ideario nacional, en el ideario popular.  Diego se transformó en eso, es un referente para cualquier disciplina, porque salió de un barrio bajo y llegó hasta donde llegó. No creo en la meritocracia, pero sí creo en el apoyo de esas personas que por ahí tienen más vulnerabilidad, menos recursos, creo que ahí tiene que haber un apoyo”. Asimismo, agregó que “Para mi Diego representa que seas del lugar que seas, el contexto y la familia que seas, podés lograrlo, podés llegar a concretar tus sueños”

El muralismo y la identidad

Matías sostiene que es necesario llevar el arte a las calles, ya que se trata de un espacio que está muy ocupado con publicidades que no representan la identidad de las personas: “Son imágenes de consumo, efímeras, que te dicen cómo tenés que vestirte, como tenés que actuar. Entre todo eso tiene que aparecer el mural, tiene que haber un espacio de arte, por eso hay lugares donde no pido permiso porque considero que esos lugares tienen que ser apropiados por el arte” expresa.

Explica que siempre trata de integrar su obra al entorno: que el contexto le de identidad a la obra y que la obra le de identidad al contexto. “Esa pared es el habitar diario de cualquier persona que camina por ahí, la va a ver siempre el vecino o la vecina que vive cerca, la persona que se va a trabajar, que va a esperar el bondi. Entonces me interesa que cada mural tenga una significación propia, que tenga ese sentido de pertenencia con lo que lo rodea” señala.

En esta línea, sentencia que: “El muralismo es necesario porque se construye en conjunto con la sociedad, no es un arte que nace de la cabeza de una sola persona, de un artista, sino que el mural se va construyendo en el espacio y en convivencia con la gente. En mi experiencia, los murales que más me gustaron, los que más impacto tuvieron, fueron en los que yo hice un estudio de campo antes: cuando voy y charlo con los vecinos, veo cual es la problemática que tengo que abarcar. Es fundamental el arte y cualquier tipo de disciplina que considere a las demás personas, y el mural es un claro ejemplo de eso”.

Mención a algunos de sus murales

Artemisia

“Uno de los más grandes que hice fue dedicado a una pintora del barroco que me gusta, que hace claroscuro, se llama Artemisia Gentileschi. Con respecto al entorno de ese mural tiene varias relaciones, es una paleta de colores que se ve mucho en esa zona. Genera reconocimiento a una artista que estuvo mucho tiempo y hasta el día de hoy excluida de la historia del arte”.

Pelea de perros

“Esa pared era una de las más afectadas en tiempos de campaña política. Iba un partido político y escrachaba con sus representantes, y a la semana iba otro y lo tapaba, y así sucesivamente, que hacía que el espacio se vea feo, manchado. Quise representar esa agresividad, esa disputa de poderes a través de la rabia representada en esos dos perros. Era una crítica social, una manera de reírme de eso, y de hacerlo visible. También estaba influenciado por la problemática de los perros de la calle que vivimos en Comodoro. No hay una apuesta por parte del estado con respecto a eso, las jornadas de esterilización son pocas y no se llega a abarcar el cupo de perros que hay en la calle”.

Personal de salud

“El mural que le dediqué al personal de salud en tiempo de pandemia surgió por sí solo, no hizo falta ni pensarlo, ya estaba en el ambiente social que el personal de salud en general necesitaba un reconocimiento. Estaban recibiendo un atropello muy grande de parte del estado: no les pagaban los sueldos y los lugares donde tenían que trabajar eran precarios. Surgió espontáneamente, porque era una emergencia social que se necesitaba plasmar. Ese mural me encantó y recibí mensajes de mucha gente que trabaja en salud”.