Gabriel Klein, saber, sentir, actuar

Por Caro Nieto) “Si no es en esta vida ¿en cual?” es su frase de cabecera y su experiencia lo demuestra. Gabriel tiene más de 30 años de trayectoria en consultoría internacional en Desarrollo, Marketing y Comunicación, en proyectos de planificación cultural, turística y deportiva. Trabajó en 12 países de América y para la UNESCO. Ahora, es consultor experto del Plan Estratégico “Pioneros 2030” y nos cuenta en qué consiste y qué potencial ve en nuestra ciudad.

¿Cómo fueron tus inicios y cuáles fueron los proyectos que más disfrutaste?

Yo vengo del mundo del deporte, fui entrenador de la Selección Argentina de Handball y de la primera de River, de varones y mujeres, y en paralelo estudiaba Administración de Empresas. En un momento dejé el mundo del deporte, me dediqué a la consultoría en marketing y tuve la suerte de conocer al Doctor Josep Chías. Era catalán, falleció lamentablemente, pero terminó siendo como mi segundo padre, mi mentor y socio. Él era una eminencia en el mundo de la planificación estratégica y el marketing en el sector del turismo y la cultura. Así que a partir de ahí, me introduje en el mundo de la planificación territorial para temas de cultura, turismo y deporte, y en paralelo vino la internacionalización. Terminé trabajando en 12 países, recorriendo territorios y pensando cómo se podían desarrollar. Llevo 30 años aproximadamente trabajando en consultoría internacional en planificación de destinos. Me gustó mucho trabajar en México, tanto en el Golfo de México como en la zona del Mar de Cortés, fue una experiencia tremenda, en Ecuador y en las Islas Galápagos, en Río de Janeiro, Maranhão, planificar la vida cultural de la Ciudad de Buenos Aires entre el 2001 y el 2010. Hay varios proyectos que me marcaron y me hicieron conocer también.

¿Y el proyecto más desafiante?

Lo de México fue interesante, porque eran destinos donde había que cambiar la percepción de la gente. Acá trabajé en la Provincia de Chaco y de hecho el posicionamiento de la provincia terminó siendo “Chaco, el secreto en la Argentina”. Era desafiante porque nadie pensaba que Chaco era una provincia apta para el turismo. Trabajamos en el Impenetrable y hoy el Impenetrable es un Parque Nacional. Entonces de cómo la percepción era que era inviable a cómo hoy es un Parque Nacional. Es ver cómo se planteó el desafío y el logro. Pensar la cultura de la Ciudad de Buenos Aires a 10 años fue tremendamente desafiante. El tango era una actividad de cena show prácticamente y hoy es una industria cultural que mueve millones de dólares. Y no perdió la autenticidad.

Ahora estás trabajando como consultor experto en el Plan Estratégico “Pioneros 2030” de Comodoro Turismo, ¿Cuándo comenzó este proyecto? ¿Nos podrías explicar brevemente en qué consiste?

Yo había venido acá hace 8 o 9 años a dar unos seminarios y no prosperó la idea. El año pasado empezamos este Plan a partir de la insistencia de Gabriela Zuñeda y sobre todo del Intendente Juan Pablo Luque y su equipo. Tuvimos una reunión hiper fructífera donde me contaban cuál era su visión de la ciudad, cómo Comodoro tenía que pensar la diversificación de su matriz productiva para no depender de una sola fuente de ingresos, o de pocas, cómo veían la posibilidad de pensar la ciudad a futuro. Nos entusiasmamos y vi que había realmente vocación política de generar un cambio y de introducir al turismo como una de las herramientas que pudiera diversificar la matriz productiva y económica. Entonces tomamos la decisión de colaborar y trabajar con el Ente Comodoro Turismo en la construcción de este Plan. La característica principal que tiene es que concreta esta visión de diversificar la matriz económica y productiva de la ciudad, y está pensado a 10 años. El Plan marca un camino o una forma de desarrollar la actividad de manera sistémica, no es que se hace esto o nada, si no que es una orientación. Y eso lo que hace es que cualquier actividad que hagas, esté orientada en ese proceso. No es que vas un día para un lado y otro día para el otro, si no que todas las acciones se empiezan a encaminar en un sentido. Una de las características principales que tiene, es que considera al ciudadano, como un actor principal en el desarrollo turístico. Por lo tanto, cualquier cosa que se hace en la ciudad está pensada para primero y principal mejorar su calidad de vida, y si el comodorense mejora su calidad de vida, vive la ciudad de forma activa y está orgulloso, será más fácil la captación y el disfrute del turista que venga a conocerla. Esa es la dinámica conceptual.

Desde esa primera visita a hoy ¿cómo ves la evolución, los impactos o avances del Plan?

A partir de que nos pusimos de acuerdo y empezamos a trabajar, construimos el plan “Pioneros 2030” que nos llevó unos 6 meses. Se hizo con participación de los actores públicos y privados con los que fuimos generando consenso, sobre cuáles eran las estrategias y los proyectos, tanto de desarrollo como de marketing. Desde la puesta en marcha veo un cambio muy importante en la apropiación de la actividad turística y del convencimiento que hay, en que puede ser una herramienta de generación de empleos y de mejora de la calidad de vida. También veo el gran impacto que está teniendo la obra pública aplicada a los espacios públicos, a la mejora de la accesibilidad, evidentemente es bien recibida porque hay una vocación por hacer actividad en esos espacios, salir a andar en bicicleta, correr, andar en skate, usar las plazas, cuidar, caminar viendo el mar. Hay una apropiación, que es lo que buscábamos, que la gente usara y disfrutara de su ciudad. Y después hay otra cantidad de proyectos, que son en su etapa inicial menos visibles, pero que están dando las bases para el desarrollo turístico de la ciudad de manera sustentable.

¿Cómo se materializa el Plan en acciones concretas? ¿Cuáles son los proyectos activos en este momento?

El Plan tiene una cantidad importante de programas, proyectos y acciones que están establecidas a lo largo de los 10 años de duración. Tienen que ver con mejora de espacios públicos, el Centro de Interpretación de la Naturaleza Austral, están poniéndose en marcha los programas de conceptualización y puesta en valor de los barrios históricos, hemos concluido la elaboración de la marca turística de la ciudad, que próximamente se va a hacer pública, hay programas de apoyo a emprendedores, se está terminando de construir el mapa gastronómico de la ciudad. Varios, varios proyectos te podría seguir nombrando, son varios los proyectos que ya están en marcha y estamos poniendo en marcha un sueño, que es un sueño a largo plazo pero que tiene acciones concretas, que es la postulación de Comodoro como Paisaje Cultural de la Humanidad por UNESCO. Entonces hay una cantidad de programas que están trabajándose, que ponen en marcha y concretan este Plan.

¿Un ejemplo es el Área Protegida Rocas Coloradas?

Totalmente. Yo te hablaba del Centro de Interpretación de la Naturaleza Austral que un poco va a funcionar como puerta de entrada al Parque Rocas Coloradas, pero vos fijate la seriedad de todo este proceso, que la primera acción que se lleva a cabo sobre Rocas Coloradas, mientras se construye su plan de manejo, es trabajar con los preventores para educar al visitante en temas de cuidado y preservación del espacio.

Mencionabas a la nueva marca destino de la ciudad, ¿cómo fue el proceso de diseño?

El diseño lo hizo un reconocido diseñador gráfico argentino, Martín Gorricho. Se buscó a través de entrevistas y reuniones llegar a un consenso sobre qué debería significar esa marca y a partir de ahí se trabajó en su construcción. Esa etapa llegó a su fin. La marca intenta sintetizar lo que pensamos que debería ser el turismo de Comodoro, visto como un destino urbano, en un entorno natural único y diferencial, una capital simbólica de la Patagonia viva, con una vida activa y cultural. Con ferias, congresos y convenciones y turismo de negocios que es una fuente de ingresos importante para la ciudad también. Al ser un destino diverso, creo que cuando vean la marca se van a sentir identificados porque intenta sintetizar todos esos valores y esas distintas actividades que se ven en la ciudad.

Sabemos la importancia de que los planes tengan continuidad para poder cumplir sus objetivos. El Plan es a 10 años y el periodo de gestión de los gobiernos es menor ¿Cómo ves el futuro del plan y cómo se puede garantizar su continuidad?

Yo creo que es fundamental para el éxito de una política su continuidad en el tiempo. El Plan está pensado a 10 años, obviamente después habrá que renovarlo, actualizarlo y demás, pero fue construido con participación y consenso. Y se buscó que sea lo más diverso posible, en términos del sector público y del sector privado. Ese es el primer paso para buscar que perdure en el tiempo. Los mandatos en el tiempo son acotados, entonces lo que tenemos que buscar es la forma de garantizar que se transforme de una visión política y una política pública de un gobierno, en una política de estado. Vale decir, que tome un carácter tal que trascienda la gestión y que siga en marcha independientemente de quien gobierne la ciudad. Pienso que si logramos el consenso y este Plan se transforma en una ordenanza, estaríamos institucionalizándolo para que continúe en el tiempo y creo que esa es la manera, lograr que se transforme en una política de estado a través de una ordenanza.

Teniendo en cuenta la importancia de la comunidad local en cuanto a su participación y aceptación de planes de desarrollo, ¿qué cambios ves en la gente de Comodoro con respecto a su ciudad? ¿Cómo participan o cuál es su rol dentro del Plan?

La participación y la apropiación de la comunidad es fundamental. La elaboración del plan fue participativa, pero no es por única vez. Por ejemplo, un proyecto habla de la puesta en valor de los barrios históricos. Para eso hay que volver al territorio con más nivel de detalle y lograr consenso sobre lo que es y debería ser ese barrio en concreto. Lo que veo, yo no soy de acá, no vivo en Comodoro, así que te digo que mis fotos son cada vez que vengo. A veces pasa que cuando uno vive en el lugar, los cambios no son tan perceptibles. Justo hoy llego a Comodoro y veo cómo están construyendo en el centro todo el área de comercio a cielo abierto, por decirte un ejemplo, veo la orla marina, veo Kilómetro 5 cómo le empieza a dar la vista al mar, cómo la gente hace actividades a horas y con condiciones climáticas que antes, hace unos años cuando venía, no veía. Hoy veo cómo la gente usa los espacios públicos, las plazas, esa apropiación y cómo la ciudad cobra vida a distintas horas, días y con distintas actividades.

Eso lleva a que uno se sienta orgulloso, más identificado y cuide más a su lugar, porque cuidás lo que querés y querés lo que conocés. Entonces yo empiezo a conocer el mar, al que antes por ahí le daba la espalda, porque ahora lo vivo, corro y lo tengo de paisaje, o de telón de fondo de mi actividad física. Cuando me entero que existe Rocas Coloradas, que mucha gente no sabía que existía, voy y hago un trekking, una caminata, un avistaje, tenés los preventores que educan sobre el cuidado del medio ambiente, empiezan a vivir esos lugares. Ves cómo la gente usa, disfruta y se apropia de su lugar y eso empieza a generar orgullo. Empezás a querer a tu lugar, porque lo empezás a conocer, y esa es la mejor forma de defenderlo, de cuidarlo y apropiarse es la filosofía que tiene esta herramienta para hacer un turismo sustentable.

Desde tu experiencia en las visitas que hiciste a la ciudad ¿qué valor o potencial ves en Comodoro? ¿Y cuáles son sus puntos fuertes?

Comodoro hoy no es un destino turístico, es un destino que se está construyendo, y tiene un enorme potencial. Sobre todo por los grandes cambios que hay en los modelos de consumo de los destinos turísticos. Los destinos hoy dejaron de ser pasivos o contemplativos. Entonces la demanda está creciendo hacia los destinos donde hay variedad de actividades, donde hay autenticidad y diversidad en definitiva. Y acá tenés un potencial enorme en términos de diversidad y de autenticidad. Sobre la base de la historia de los pioneros, de las corrientes migratorias, de la historia del petróleo, del desarrollo de los barrios, de su cultura y su historia. Esto en un entorno paisajístico que es único y diferencial, porque el mar patagónico y la marca Patagonia tienen un valor de rusticidad y autenticidad extraordinaria. Pero además tenés Rocas Coloradas, el cerro, paisajes, una gastronomía con un potencial extraordinario, playas para hacer deportes vinculados al mar y a la naturaleza en donde te ayuda el viento, y no es un obstáculo. Tenés una vocación simbólica de capital de la Patagonia. Sos un referente desde el punto de vista económico, con potencial para el desarrollo de actividades de reuniones, congresos y convenciones. Sos sede de una actividad industrial económica, con visitas de negocios, que ayudan al desarrollo de la gastronomía y el producto cultural. Creo que hay recursos que hay que ordenar, potenciar y difundir de una manera moderna, ágil y simple, y Comodoro tiene un potencial de éxito extraordinario.

¿Qué le dirías a los comodorenses?

Yo les diría que conozcan cada vez más su historia, el valor del pionero, que sean pioneros, emprendedores, que conozcan su lugar, que le den la cara al mar y que le den la cara a todas las actividades que se pueden realizar. Que vivan Comodoro y que se sientan orgullosos de su ciudad. Nada como alguien orgulloso de su lugar para recibir y darle la bienvenida a un visitante.

El contexto actual no es el mejor para la planificación ni para el turismo, pero Gabriel es optimista y conoce el potencial de recuperación de la actividad. “Yo creo que es difícil el momento que se está pasando por la pandemia. Este año y medio para el turismo fue durísimo pero también sabemos que reacciona rápidamente a estas situaciones de crisis. Esta fue lo que llamamos un ‘cisne negro’, impensada, pero el sector ha tenido otras crisis, como la del 2008, la de la gripe A, y se ha sobrepuesto rápidamente. El turismo es una actividad que reacciona rápidamente”.