12 de Mayo: Día de la Fonoaudiología

Se celebra este día en conmemoración del aniversario de la creación de la primera Entidad Científica Fonoaudiológica Argentina – ASALFA – en 1948. Una fecha para reconocer la labor de quienes se dedican a esta profesión, y también para promover el cuidado de la voz y la audición.

La Fonoaudiología se refiere a la disciplina encargada de evaluar, diagnosticar, promocionar y prevenir los trastornos del lenguaje, el habla, la deglución, la voz y la audición en personas de todas edades. Todo, mediante la combinación interdisciplinar de las ciencias de la salud, la psicología y la lingüística. La Licenciatura en Fonoaudiología es un título de grado cuyo estudio dura cinco años.

El campo de acción abarca Clínicas y hospitales, centros de salud comunitaria, medicina del trabajo, Centro de Diagnóstico Terapéutico (CDT). Medios de comunicación, escuelas de locución y de canto, academias de teatro, corporaciones de radio y televisión, universidades y ejercicio privado en consultorios.

Es una carrera muy amplia y diversa en cuanto a su capacidad de atender problemáticas y si bien, en los últimos años disminuyó la cantidad de egresados con tal título, en las diferentes ciudades, estamos  comunicados entre nosotros y nos distinguimos por especialidad, derivándonos pacientes para ser más precisos en los diagnósticos presuntivos (es decir: no todos atendemos todo) y para poder ir dando respuesta a las familias que llegan a  esperar hasta dos años para poder comenzar un tratamiento. Es que la cantidad de fonoaudiólogos no parece dar abasto a la demanda. Los problemas de lenguaje en los niños están siendo alarmantes. De un tiempo a esta parte, ellos no logran adquirir la lengua materna sin dificultades, el vocabulario es escaso, las habilidades lingüísticas precarias, más adelante permanecen los errores de pronunciación (ya llegando a la escolarización). Las maestras refieren demasiados casos con diversas dificultades en el área fonoaudiológico al llegar a primer grado.

La baja calidad y cantidad de juego de los niños, el excesivo uso de pantallas, la poca frecuencia de libros o lectura, los casi dos anos de pandemia con aislamiento social fundamental para el desarrollo del lenguaje con “un otro” indispensable para dicho proceso, entre otras causas, están explicando este desborde. Los padres están angustiados y preocupados por la espera y no es menor que cada mes en la primera infancia es mucho tiempo. Por otro lado, la globalización e información de los agentes de salud en relación, también ha significado que las derivaciones aumenten (pediatras que ya no esperan para que una tartamudez desaparezca solita, odontólogos que requieren del trabajo miofuncional para el éxito de un tratamiento ortodóncico, padres alertas ante hijos que no interactúan con otros y/o ya no piensan que lo hacen porque  son “vagos” al no hablar o al hablar poco, el avance tecnológico para enfrentar hipoacusias o sorderas, etc.)

Esperemos que aumente el número de diplomados y que podamos entre todos, colaborar con una generación que está necesitando ayuda en un lenguaje que parece desvanecerse en su esencia y perder la importancia elevada en el crecimiento y maduración del ser humano. El lenguaje como herramienta fundamental de socialización, que nos identifica, nos abre caminos y nos define.

Saludo en este 12 de mayo a todos mis colegas que trabajan, estudian y se esfuerzan por mejorar la calidad de vida de todos sus pacientes.