¿Qué es Airbnb y cómo funciona?

La startup nació en 2008 en San Francisco, Estados Unidos, cuando dos diseñadores que tenían un espacio decidieron hospedar a tres viajeros que buscaban alojamiento para ganar dinero extra. Pero el éxito no fue inmediato. Requirió de por lo menos tres lanzamientos y un cambio de nombre, el nombre original era AirBed&Breakfast, y en 2009 se transformó en Airbnb. En la actualidad, es una plataforma digital que ofrece más de 6 millones de propiedades en casi 190 países alrededor del mundo. Airbnb funciona como intermediario en un mercado donde los anfitriones ofrecen sus alojamientos y los viajeros pueden reservarlos a través de su computadora o smartphone. La empresa no posee inmuebles propios; obtiene un porcentaje establecido por ambas partes por servir como lugar de encuentro.

Lo interesante es que además de departamentos y casas tradicionales, se puede alquilar lugares para hospedarse únicos como barcos, minicasas, casas flotantes o subterráneas, iglús, castillos, granjas y algunos temáticos, como la Casa de Winnie The Pooh, o la casa original de Scream, ofrecida para Halloween. También es posible contratar experiencias con locales, que van desde walking tours, senderismo, paseos en barco, tours fotográficos hasta degustaciones, clases de baile y de elaboración de platos o bebidas típicas. A raíz de la pandemia además, se comenzaron a ofrecer experiencias en línea, para poder viajar y conocer diferentes culturas desde casa. En cuanto a la seguridad, tanto los anfitriones como los huéspedes deben realizar una verificación de identidad, a los que se suman limitaciones de edad en algunos casos para poder reservar.

Una de las principales ventajas es la flexibilidad de alojamiento y ubicación. Podés optar por alquilar una casa, un departamento o solamente un cuarto, por ejemplo, y compartir el resto de los espacios con los dueños u otros huéspedes. Esto permite aligerar un poco el presupuesto y/o conocer gente. Entre las desventajas, se encuentra el hecho de no contar con una recepción, como los hoteles, donde generalmente hay alguien esperando a cualquier hora y día. En el caso de Airbnb hay diferentes formas, en algunas es necesario coordinar horario de llegada y encontrarse con el dueño o encargado y en otras es auto check in, mediante una caja con código donde están las llaves.

En nuestra experiencia, nunca tuvimos problemas de seguridad o de contratar un alojamiento que no fuera real. Airbnb nos sirvió mucho cuando viajamos en familia -éramos 6-, porque era más cómodo y en algunos casos más económico que un hotel. Además, en muchas oportunidades nos permitió conseguir buena ubicación, alojarnos en un edificio histórico, o en casas típicas de locales, y la posibilidad de cocinar y lavar ropa. Recomendamos revisar y leer todos los detalles de las publicaciones para no llevarse sorpresas, y pensar que estamos reservando un departamento cuando en realidad es sólo una habitación, o no ver los impuestos incluidos.