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Kilómetro 5: un barrio que lucha por su historia e identidad

jueves 23 de febrero de 2023
Kilómetro 5: un barrio que lucha por su historia e identidad
La vieja Estación Talleres en la actualidad, se espera que se lleven a cabo obras que permitan que allí funcione la Biblioteca Popular.
La vieja Estación Talleres en la actualidad, se espera que se lleven a cabo obras que permitan que allí funcione la Biblioteca Popular.

En uno de los primeros barrios de Comodoro Rivadavia. Las vecinas conformaron la Asociación de Rescate Histórico “Detrás del Puente”, hace más de 16 años, para reconocer la memoria viva del lugar que las vio crecer.

Un barrio que en sí mismo es patrimonio histórico vivo. Desde 1906, con los primeros registros que existen de la parada Kunzel, Kilómetro 5 o Presidente Ortiz se convirtió en uno de los barrios más importantes para el desarrollo de Comodoro Rivadavia. Con la estación del ferrocarril, el muelle y la usina, fue uno de los campamentos más poblados, en el que se recibía a muchos de aquellos primeros pobladores que llegaban a la zona augurando un futuro mejor.

La Estación Talleres despachaba en el ferrocarril la producción de las empresas de la zona, mercadería y pasajeros que se trasladaban por distintos puntos de lo que actualmente es Comodoro y Sarmiento.

En la actualidad, recorrer las calles del barrio permite rememorar lo que representó para los inicios de la ciudad y para aquellas personas, que al día de hoy trabajan para rescatar su historia. Una vieja estación, un lanchón a orillas del mar, algunos galpones construidos con chapa antigua que destacan entre edificios modernos, unas vías de ferrocarril que sobresalen de la tierra. La historia de lo que fue Kilómetro 5 se encuentra presente y dispersa entre lo que es ahora, en 2023, a 122 años de la fundación de Comodoro.

Maggie Quintero, María Rosa Bertossa y Jorgelina Jones, algunas de las participantes de la Asociación Civil de Rescate Histórico “Detrás del Puente”, dialogaron con Crónica sobre la historia del barrio y la importancia de la difusión de la historia para la construcción de la identidad.

El muelle fue parte fundamental del desarrollo local. Se construyó entre 1909 y 1910 por orden del director de Ferrocarriles Patagónicos.

Actualmente el muelle prácticamente ha desaparecido, quedando solo restos de lo que fue.

Un barrio marcado por el desarrollo productivo

Quienes conforman la Asociación de Rescate Histórico “Detrás del Puente”, han vivido en el barrio toda su vida.

María Rosa Bertossa recuerda su vida y los inicios de un barrio que se fortaleció gracias a las empresas que arribaban en la zona. “Cuando surge el barrio, primero aparece el ferrocarril y el puerto en 1910, después YPF en 1922, aunque antes estaba otra compañía que se llamaba Compañía del Golfo, que era privada. Esas dos empresas, más el puerto, llevaron al barrio a una economía floreciente, a un grado increíble. Vos te vas empapando de la historia y conocés tantas cosas del barrio”, comentó.

“Era un barrio muy pujante, porque encima fue el primero en conformarse”, destaca Jorgelina Jones. Este 15 de febrero el barrio cumplió 117 años; hoy 23 de febrero, la ciudad de Comodoro Rivadavia cumple 122 años. Con solo 5 años de diferencia, Kilómetro 5 se establecía como una de las zonas más importantes e incluso por muchos años buscó convertirse en una ciudad autónoma, un sueño que fue tomando forma con el apoyo del presidente de la Nación, que en ese momento era Roberto Marcelino Ortiz. Aunque finalmente, nunca se firmó el decreto que oficializaba la constitución del barrio Presidente Ortiz como un pueblo independiente.

Más allá de la impronta marcada por el desarrollo productivo que imponían las empresas y el ferrocarril, las referentes de la Asociación “Detrás del Puente” sostienen que hubo una variedad de hitos que marcaron la vida social, desde lo deportivo y cultural. Maggie Quintero recordó que “había compañías de teatro hermosas, que recorrían toda la ciudad. En la música igual, la primera orquesta juvenil fue de acá del Km. 5 con Don Baldomero Terraza”, un vecino del barrio, que tenía una academia de música en donde conformó una de las primeras orquestas juveniles de la Patagonia.pesar de la gran época de auge que vivió el barrio, María Rosa Bertossa comentó: “con la desaparición en el ‘78 del ferrocarril y en el ‘91 de YPF, el barrio entró en terapia intensiva y permaneció así mucho tiempo, porque fue un impacto muy grande desde lo laboral, para las familias. Había que darle una solución a todo eso, fue muy duro y después paulatinamente el barrio se fue despertando de ese letargo, pero con otras características, con mucho de los pioneros que ya no estaban presentes, estaban sus familias que llevaban en sí el sello de la identidad ferroviaria o ypefiana que marca la identidad del barrio, de los que allí vivimos”, expresó la vecina.

“Fue difícil remontar y se cambiaron las características del barrio, se agrandó la parte urbanística, que creo que fue la primera manifestación, porque se extendió muchísimo el barrio”, mencionó Bertossa, agregando que en la actualidad el barrio ha logrado establecerse nuevamente con una gran zona comercial.

El histórico Mástil fue inaugurado el 17 de diciembre de 1939, cuando el barrio dejo de llamarse Estación Talleres para tomar su actual nombre en honor al Presidente Ortiz. 


Espacios para recordar la historia

Por su parte, Jorgelina y Maggie realizaron un repaso sobre todos los sitios históricos del barrio y su estado actual.

Principalmente, destacan la importancia de la Ex Gamela de YPF, un espacio que buscan recuperar para convertirlo en un centro cultural y museo en el que puedan exponer la gran cantidad de material que han recolectado gracias a la colaboración de los vecinos. Lamentablemente, durante los últimos años, el edificio ha sido descuidado y vandalizado continuamente.

Uno de los deseos es poder exponer allí los recuerdos del barrio. Maggie Quintero, expresó: “Uno ve la confianza que tiene el vecino en hacernos responsables de sus donaciones, tenemos un aula llena de cosas que nos dieron que son parte de su historia. Tendríamos que tener un lugar en el que puedan ver que están exhibidas y que valoramos ese aporte”, comenta mientras nos muestra el Mini Museo Barrial Itinerante, una estantería vidriada que pasea por los locales del barrio y que al momento de la entrevista está ubicado en la cafetería de la estación de servicio. En esa vitrina reposan juguetes, fotografías y herramientas, distintos objetos que remiten a la historia personal de algún vecino o vecina del barrio.

•El museo itinerante expone algunos de los tantos objetos que han donado las familias del barrio, a fines de reconstruir la historia desde el recuerdo de lo cotidiano. La vitrina se traslada por los distintos locales del barrio. 

Jorgelina menciona que esperan que en un futuro próximo puedan obtener su propio espacio. “Si nosotros tuviéramos la Gamela todo podría estar exhibido, además nuestra idea es que pueda funcionar como museo, pero también como un centro cultural para que toda la gente pueda usarlo con talleres o actividades”.

La charla continúa y las mujeres conversan y recuerdan lugares, personas, hitos que marcaron al barrio. “Vos vas uniendo, vas cosiendo todas esas cosas y te da como resultado la historia del barrio, un sentido de pertenencia, que es lo que nosotros tratamos de incorporar a todas esas familias nuevas. Hay un gran trabajo por hacer y a veces nos falta gente, nos falta gente con ganas de trabajar en esto”, dice María Rosa.

Finalmente, en el barrio Kilómetro 5, en Presidente Ortiz, la nostalgia promueve la recuperación de la historia. Se sigue luchando para recuperar el reencuentro en el espacio público y el recuerdo se sostiene por aquellos que buscan mantener la identidad barrial. Las emociones se convierten en uno de los motores para mantener la historia viva.

La tarea de mantener el recuerdo vivo

La Asociación Civil de Rescate Histórico “Detrás del Puente”, fue creada entre 2006 y 2007, por un grupo de vecinas que decidieron organizarse para poner en valor y fortalecer la memoria colectiva. Se organizaron no solo para contar una historia, sino una en la que fueron protagonistas, una historia conformada por tantas otras que fueron recolectando, muchas partes de un todo que llegan hasta la actualidad.

“Teníamos una inquietud por la recuperación de la historia, al principio aparecía muy tímidamente con el hecho de querer marcar determinados puntos históricos, armar algún sendero histórico. Pero lógicamente que una vez conformada la asociación se abrieron un abanico de posibilidades, íbamos viendo otras posibilidades e iban sucediendo otros hitos también”, comentó María Rosa.

Algunos de estos puntos históricos que se mencionan, fueron marcados para que puedan ser identificados y todos ellos se han declarado como patrimonio histórico de la ciudad mediante Ordenanzas Municipales, entre los cuales se encuentra la Ex Estación Talleres, la Casa de José Fuchs, la Ex Gamela de YPF, la Pasarela, el Lanchón, la Primera Usina, el Muelle, la Casa de Bombas y Toma, los Ex Baños Públicos y el Taller FFCC.

“A todos por distintas motivaciones esto nos atrapó”, menciona María Rosa. Entre recuerdos y relatos de lo que han construido a lo largo de estos 16 años, las historias de vida han sido fundamentales para construir el recorrido de lo que fue el barrio. “Empezamos a publicar nuestras historias de vida, que dan para escribir un libro. Son muy importantes porque lo que está contenido en esas historias de vida son los recuerdos de quienes nos dejaron las bases” agregó. Allí, las protagonistas son ellas, sus familias y también sus vecinos, a quienes han incentivado a formar parte de esta construcción colectiva.

Realizando un gran trabajo de difusión han recorrido espacios educativos como jardines y escuelas primarias y secundarias de la zona, también han articulado con la universidad. Un trabajo que consideran necesario por la importancia de involucrar a las nuevas generaciones, para generar un sentido de pertenencia.

“A veces los que vivimos en el barrio que queremos sostener históricamente, por transitarlo todos los días, lo naturalizamos, no nos apropiamos de eso. Y es algo tan importante porque la historia no es solamente un “bla bla bla”, la historia está contenida en un montón de cosas, en una ventana, en un pararrayos, por eso es tan importante poder detectar todos los hitos históricos que hay en el barrio”, concluyó María Rosa Bertossa.

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