El “refugio” que cobijó a los portugueses pioneros cumple hoy 99 años en Comodoro

Un 7 de octubre de 1923, uno pocos inmigrantes portugueses, encabezados por José Guerreiro, iniciaban un proyecto que quizás no imaginarían fuera a trascender y perdurar durante tantos años.

Aquel “refugio” que cobijara a esos portugueses pioneros y cuyo objeto fuera cubrir sus necesidades básicas de asistencia médica y social, se fue adecuando a las necesidades de cada época, donde fundamentalmente los lusitanos pudieran compartir “saudades” y mantener vivas las costumbres y tradiciones de su tierra.

Muchos años han pasado y naturalmente la comunidad portuguesa ha disminuido a partir de los años 60 debido a la drástica reducción de inmigrantes, no obstante, los luso-descendientes van asumiendo paulatinamente el rol de la conducción de esta institución con similares objetivos y metas renovadas, pero con el orgullo de mantener viva la memoria de aquellos pioneros que tanto nos dejaron.

Hoy, aquellos mayores se sienten orgullosos de tener un grupo numeroso de jóvenes luso-descendientes que integran los ranchos folclóricos y que permanentemente están en actividad, no solo ensayando sus bailes, sino también ayudando a los mayores en otras actividades necesarias para el accionar de la institución.

También se muestran orgullosos de avanzar en el mantenimiento y en la renovación de las instalaciones edilicias actuales y la incorporación de nuevas, lo que permite realizar distintas y variadas actividades culturales que año a año se van renovando y acrecentando.

La institución dispone hoy de un salón de fiestas, una biblioteca, un museo -del Inmigrante Portugués-, un patio portugués -Luis Vaz de Camões-, una plaza -Portugal- con el Monumento al Inmigrante Portugués y otras instalaciones como las oficinas administrativas y del Consulado, al servicio de la comunidad portuguesa.

El próximo año la Asociación Portuguesa de Comodoro Rivadavia estará conmemorando su primer siglo de vida de actividad continuada, motivo por el cual ya se están iniciando los preparativos para lo que será un año pleno de festejos.