Un chubutense escalará la montaña más alta de Europa y la más alta de África
Joaquín Guerra, un joven oriundo de la localidad de Río Mayo, pero criado en Comodoro Rivadavia, que en el año 2019 intentó llegar a la cima del monte Everest, emprenderá una nueva aventura en dos continentes diferentes para seguir sumando experiencia en el alpinismo. En esta oportunidad, el deportista escalará la montaña más alta de Europa y la más alta de África. Para este nuevo desafío, el deportista local realizó un arduo entrenamiento, centrado en la parte aeróbica, con un marcado descenso de peso.
Guerra partirá desde Comodoro Rivadavia el próximo 6 de febrero y buscará seguir sumando experiencia como alpinista, después de haber emprendido su última aventura en el año 2019, cuando intentó escalar el monte Everest, la montaña más alta del mundo. Desafortunadamente, en esa oportunidad, el joven deportista local quedó a tan solo unos metros de llegar a la cumbre. “Ahora tenía miedo de viajar, por el tema del covid y las restricciones que hay en los distintos países. Recibí ayuda de distintas personas, de gente que entreno, y hace dos semanas se cerró el tema. Voy a vender mis dos autos para poder irme, y tengo amigos que conocí escalando, gente de Pakistán y Kirguistán, que me van a dar hospedaje y comida”, comentó Guerra a este medio gráfico.
En este nuevo viaje, el deportista local escalará distintas montañas, con el objetivo de seguir superándose y progresando en el alpinismo. Primero, escalará los Pirineos franceses, luego, el monte Elbrús, en Rusia. A continuación, volverá a Francia para subir la montaña Mont Blanc. Pero su objetivo principal será el monte Kilimanjaro, situado en el noroeste de Tanzania, en África. Sin embargo, debido a nuevas restricciones por la cepa Ómicron del covid, no se sabe si estará permitido el ingreso de extranjeros al monte, por lo cual Guerra baraja otra opción: la cumbre del Atlas, también en el continente africano.
“Primero, llego a España, y de ahí me voy a un pueblito que está a setenta kilómetros de Madrid, después a los Pirineos franceses. En Francia voy a hacer una aclimatación, unas montañas de 4.000 metros que se hacen en un día. De ahí nos iríamos a Rusia, a escalar el monte Elbrús, esta es una expedición que tarda nueve días por lo general, pero como yo vengo entrenando y ya voy a haber subido los Pirineos, estimo que en cinco días debería poder hacerla. De ahí me quiero ir a escalar el Mont Blanc, ya estando aclimatado, ese monte debería poder hacerlo en tres días, más o menos. Allá están en pleno invierno, así que voy a llevar un gps que me marque la ruta, por si hay mucha tormenta. Seguramente voy a tener temperaturas de veinte grados bajo cero”, comentó el entrevistado.
Sobre su aventura en África, Guerra planteó que, por el momento, hasta el 31 de enero se prohibió el ingreso de extranjeros por el rebrote del covid y la nueva cepa Ómicron, así que la confirmación para saber si podrá o no escalar el Kilimanjaro llegará recién dentro de unos días más. “La segunda opción que tengo es escalar la cumbre del Atlas, que está en el noroeste de África, es la parte que divide el océano Atlántico con el desierto del Sahara. Son montañas de 5.000 metros, las más grandes del continente, aparte del Kilimanjaro. Son más económicas y están más cerca de España, y es probable que las habiliten”.
En otro tramo de la entrevista, Joaquín Guerra se refirió a un tema muy puntual que marcó a fuego sus demás viajes por el mundo. En esta oportunidad, su objetivo también será llegar a la cima de las montañas y clavar una bandera de las Islas Malvinas. Además, se refirió a la ayuda que recibió para este nuevo viaje y a sus aspiraciones a futuro. Según contó, en 2024 tiene intenciones de volver a la cordillera del Himalaya, pero todavía no decidió si intentará escalar una vez más el monte Everest, el más alto de todo el planeta.
“Este viaje que voy a emprender ahora va a estar marcado otra vez por la causa Malvinas. Quiero llevar la bandera de las islas otra vez, la idea es llevar la bandera al monte Elbrús, que es la montaña más alta de Europa. También la quiero llevar al Kilimanjaro, y a las demás montañas que toque”, contó el joven deportista de 31 años.
Joaquín Guerra se refirió además a la ayuda que recibió para su nueva aventura. En este sentido, contó que, desde el Sindicato de Camioneros le brindaron ayuda para los pasajes. “Me gustó porque fue de manera desinteresada, más allá de que yo costeo muchos gastos, que son en euros, ellos me dieron una mano grande, un muchacho que entreno hace un tiempo ya, Luciano Gómez. Estoy muy contento, porque yo no tengo tanta experiencia, tengo solamente veinticuatro montañas, no es mucho, al lado de personas que se dedican a esto, que hacen esa cantidad pero solo en un año”.
Para cerrar la entrevista, el joven alpinista oriundo de Río Mayo se refirió a sus aspiraciones a futuro, y confirmó que, para el año 2024 o 2025, tiene intenciones de volver a la cordillera del Himalaya: “ahora, como está la situación económica, sería iluso pensar en vender todo e ir de nuevo a escalar el Everest. Ojalá el día de mañana lo pueda volver a hacer, pero quizá iría a otras montañas. En el Himalaya hay montañas de más de 8.000 metros, que no son tan comerciales y son mucho más baratas. Escalar el Everest hoy cuesta 40.000 dólares, y yo cuando fui gasté 35.000. Hay montañas que salen 4.000 dólares, más difíciles, pero más económicas en definitiva”, concluyó.
