¿Cómo ser un turista responsable?

El desarrollo de la actividad turística en un destino trae consigo grandes beneficios. Entre ellos genera ingresos para las empresas turísticas y a su vez provocan un efecto derrame sobre el resto de los sectores económicos. Se crean puestos de trabajo, que estadísticamente son ocupados en su mayoría por mujeres, aporta a la diversificación de la economía y justifica la protección del ambiente y el patrimonio cultural. Pero también existen impactos negativos que el turismo, sin planificación y mal administrado, puede ocasionar. Los más frecuentes son los daños a los ecosistemas, la contaminación, problemas sociales, degradación de recursos naturales y culturales, creando una actividad vulnerable y sin crecimiento prolongado en el tiempo. El gobierno, en sus diferentes niveles de organización, tiene la responsabilidad de planificar y es el encargado de crear el marco legislativo y la infraestructura necesaria. Esto no significa que no haya prácticas que podamos llevar a cabo cuando viajamos para hacerlo de forma más responsable.

Medio ambiente. A donde vayas recomendamos llevar una bolsa de residuos para no dejar una huella indeseable en el lugar. Es bueno informarte si separan, reciclan o sacan la basura en determinado día. Cuidá y hacé uso racional de los recursos como el agua, la electricidad y el gas. Aunque no estés en tu casa y estés pagando el alojamiento, no derroches estos recursos que no solo perjudican al destino, sino al planeta. Es muy importante destacar el respeto por la fauna y flora y las actividades que involucran animales salvajes. Evitá participar de excursiones o tipos de turismo que puedan perjudicarlos.

Comunidad local. Hay que tener en cuenta que durante un viaje entramos en contacto con otras personas que tienen costumbres, religiones y formas de vida que pueden ser diferentes a las nuestras. Lo mejor es informarse con anticipación para no hacer nada que pueda ser considerado provocador u ofensivo. Recordemos que el respeto es la base de la convivencia y el entendimiento entre los seres humanos y la diversidad cultural es patrimonio de la humanidad.

Economía local. Una forma de contribuir con la comunidad local, es probar su gastronomía o comprar artesanías y souvenirs genuinos del lugar que estás visitando, y no uno “Made in China”. También podés optar por alojarte en hosterías, posadas y hoteles locales -y no cadenas hoteleras internacionales- y contratar sus excursiones y servicios. Esto no quiere decir que esté mal alojarse en grandes hoteles, con empleados que probablemente pertenezcan a la comunidad local, son recomendaciones para variar y asegurarte que estás contribuyendo con la economía local.

Estas son solo algunas prácticas pero hay muchas más. Viajar de manera responsable es más simple de lo que parece y depende de nosotros mismos informarnos para aportar y contribuir a un turismo sostenible, para poder disfrutar en el presente y que otros también puedan hacerlo en el futuro.