Doctor Diego Joaquín Zamit: La memoria sigue viva
A 21 años de su ausencia, la memoria se activa en el recuerdo de Diego Zamit cada 12 de agosto, fecha que marca la desaparición física de un hombre que a fuerza de tesón y de un espíritu incansable, no solo logró plasmar en un medio gráfico su interés por lo informativo sino que, además, sostuvo su interés y fue partícipe de diferentes proyectos políticos y legislativos que lo ubicaron como referente en la vida comodorense, de la provincia y del país, desde su participación como director de Crónica en la fundación de la Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (ADEPA), entre otras entidades del rubro.
En un nuevo aniversario del fallecimiento del doctor Diego Joaquín Zamit, surge de inmediato aquel último día de enero de 1962 cuando, bajo el lema “Solo la verdad nos hará libres”, aparecía en la ciudad el primer ejemplar del diario Crónica, un medio periodístico que hoy aún, en los más difíciles momentos, sigue trabajando e informando de la manera que él enseñó desde los comienzos, con espacio siempre abierto, especialmente, a la realidad y a las necesidades de la sociedad comodorense.
Familiares, amigos y el personal del diario -aquellos que lo conocieron y la gente nueva que se nutrió con la mística dejada por “Diego”- seguramente rescatarán de la memoria algún momento, algún pensamiento, alguna vivencia personal o alguna enseñanza que ofrecía siempre “como al pasar”, sin estridencias, con la seguridad de que su pensamiento era importante pero sin cerrarse a la discusión, permitiendo la disidencia y analizando juntos las ideas diferentes. Un auténtico líder, sin dudas.
La memoria sigue viva a pesar de los años y se mantendrá por siempre entre quienes conocieron a quien escribió extensas páginas de la historia de una ciudad que sigue creciendo, dejando huella por su impronta intelectual para el trabajo periodístico -incluso en los momentos más duros de la dictadura- pero también en el ámbito político, espacio que hoy aún rescata sus ideas, o en el Legislativo en el que, como partícipe de la Legislatura o como convencional constituyente, aportó sus conocimientos para convertir en ley algunos proyectos que seguirán marcando nuestros destinos a pesar del tiempo.
