Día del Maestro y la Maestra: Sarmiento a través del arte

Cada 11 de septiembre se celebra en la Argentina el Día del Maestro y la Maestra, en conmemoración al fallecimiento de Domingo Faustino Sarmiento, en 1888. Considerado el “padre del aula”, además ejerció la Presidencia de la Nación entre 1868-1874, Sarmiento fue el gran propagandista de la necesidad de una ley educativa argentina. Muchas de sus ideas se recopilaron en su texto De la educación popular (1849). Sin embargo, durante su mandato, no llegó a sancionar ninguna. Hubo que esperar hasta el gobierno de Roca, cuando se aprobó la Ley N.° 1420 de educación universal, obligatoria, gratuita y laica.
Con mirada e ideas de avanzada, Sarmiento promovió también que las mujeres reciban igual instrucción que el resto: debían practicar Gimnasia, Astronomía y Geografía, entre otras materias; lo cual sucedió por primera vez en el Colegio de Pensionistas de Santa Rosa de América que fundó en San Juan el 9 de julio de 1839.
No sólo “importó” el proyecto con maestras de EE.UU.. Basado en los clubes de lectores concebidos por Benjamin Franklin, Sarmiento creó en 1870 la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares (CONABIP), iniciativa que continúa ampliando su red hasta el presente. Asimismo, el paso previo lo dio en 1866 al inaugurar la biblioteca pionera de ese tipo en su ciudad natal.
Un ex presidente cuya bandera fue su legado en materia educativa: durante su gestión frente al gobierno nacional (1868-1874) fundó 800 escuelas; el primer censo de 1869 midió un 70 por ciento de población analfabeta, pero mejoró el índice de 30 mil a 100 mil estudiantes.
Así fue que su renombre llegó a inspirar obras de grandes artistas: Rodin le hizo una escultura; Borges, un poema y Víctor de Pol lo retrató en vida, le dedicó varias obras e incluso talló algunas de las piezas que enaltecen su tumba.
Sarmiento por Jorge Luis Borges
No lo abruman el mármol y la gloria
Nuestra asidua retórica no lima
Su áspera realidad. Las aclamadas
Fechas de centenarios y de fastos
No hacen que este hombre solitario sea
Menos que un hombre. No es un eco antiguo
Que la cóncava fama multiplica
O, como éste o aquél, un blanco símbolo
Que pueden manejar las dictaduras
Es él. Es el testigo de la patria,
El que ve nuestra infamia y nuestra gloria,
La luz de Mayo y el horror de Rosas
Y el otro horror y los secretos días
Del minucioso porvenir. Es alguien
Que sigue odiando, amando y combatiendo.
Sé que en aquellas albas de setiembre
Que nadie olvidará y que nadie puede
Contar, lo hemos sentido. Su obstinado
Amor quiere salvarnos. Noche y día
Camina entre los hombres, que le pagan
(Porque no ha muerto) su jornal de injurias
O de veneraciones. Abstraído
En su larga visión como en un mágico
Cristal que a un tiempo encierra las tres caras
Del tiempo que es después, antes, ahora,
Sarmiento el soñador sigue soñándonos.
Sarmiento por Auguste Rodin
La inauguración del monumento dedicado a Sarmiento, creado por el emblemático escultor francés Auguste Rodin fue un hito histórico. El 25 de mayo de 1900, en el contexto de los festejos conmemorativos por la Revolución de Mayo de 1810, y luego de celebrarse el tradicional Tedeum en la Catedral Metropolitana, se inauguró esta obra del escultor francés Auguste Rodin (1840-1917), en los jardines del barrio porteño de Palermo. La hizo por encargo del Estado Nacional cuatro años antes y fue la primera que le solicitó un país americano al consagrado artista.
Contrario a lo que podía esperarse para una creación de semejante artista, según se conoce el monumento causó rechazo por una parte de la sociedad que criticaba su fealdad y consideraba que no tenía semejanza con el prócer: hubo tal escándalo que suscitó un debate en torno a su estética, tomando estado público en los periódicos de entonces.
Sarmiento por Víctor de Pol
Víctor De Pol (Venecia, 1865-Buenos Aires, 1925) tuvo por docentes fundamentales a Héctor Ferrari en su ciudad natal, Augusto Passaglia en Florencia y Giulio Monteverde en Roma. En 1887 esculpió en vida a Domingo F. Sarmiento. Este prolífico escultor se destacó por dejar en el espacio público argentino una cantidad de obras con relevancia y significación. Entre sus trabajos de mayor trascendencia están el monumento a Sarmiento en la ciudad de San Juan, los “esmilodontes” o “Tigres con dientes de sable” en las escalinatas del Museo de Ciencias Naturales de La Plata y su obra más destacada: la cuadriga emplazada en el Congreso Nacional.
Según comenta la doctora en Historia y Teoría de las Artes UBA) e investigadora, Patricia V. Corsani: “La figura de Sarmiento ocupó un lugar importante en la producción de Víctor de Pol. Sus piezas se suman a las de otros artistas -argentinos y extranjeros- que lo habían dibujado, pintado y hasta fotografiado. Aparte de la escultura de bronce -perteneciente al Bellas Artes- y los bustos, el escultor italiano realizó en ese mismo material los grupos escultóricos para los monumentos de San Juan (1901) y Rosario (1911). A esto se agregan una medalla homenaje a Sarmiento en torno a la inauguración -el 25 de mayo de 1900- del monumento de Auguste Rodin, para Buenos Aires, con características similares a la del museo. También tuvo a su cargo los relieves y el águila que corona su sepulcro en el cementerio de la Recoleta”, dice la experta.
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