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Betiana Blum: “De la realidad, elijo lo que me es más afín”  

Por Marcelo Melo / En una distendida conversación con DOM, la enorme intérprete teatral argentina adelantó detalles de la obra “Las Pipa de la Paz”, que va el 15 de Julio en el auditorio María Auxiliadora.
domingo 26 de junio de 2022
Betiana Blum:  “De la realidad, elijo lo que me es más afín”   

 

Hace un buen tiempo, en páginas de la Revista Noticias, de la editorial Perfíl, se aseveró un argumento que contempló justicia: “Betiana Blum es tan excelente actriz que debería ser declarada Patrimonio Cultural de todos los argentinos.” El autor de tal aseveración fue Jorge Luis Montiel, crítico de artes y espectáculos, tras haber asistido a una representación, de la que objetivó tal examen y que, para lograr tales resultados, encarnar semejante química sobre el escenario hacían falta actores de fuste. Y ahí incorporaba al partenaire de Blum, Sergio Surraco, al que describió como uno de los mejores de su generación, construyendo el personaje del atribulado hombre que sólo busca la felicidad, de la quejosa y demandante mujer.

La muy buena noticia, es que “La Pipa de la Paz”, pieza teatral que se referencia, en la que éste “Patrimonio Cultural” de todos los argentinos encabeza cartelera, llegará a Comodoro Rivadavia. Será el 15 de Julio, con escenario en el auditorio del Colegio María Auxiliadora (entradas a la venta en Don José Hogar, desde las 16, sino vía web en www.cdmticket.ar).

Betiana Blum no solo se encarga del protagónico, sino que, además, lleva las riendas de la dirección teatral y, junto a Sergio Surraco, elaboran una divertida y emotiva comedia, cuyo libro es de la dramaturga argentina Alicia Muñoz. Una obra de gran nivel narrativo y dramático, en la que se desnuda el alma de estos seres tan reales, tan actuales, característicos, que irradian humor, ternura, artes de manipulación y diversas formas de amar.

En medio de la gira nacional, la que arrancó con el año bien iniciado, aprovechó una porción de su tiempo libre para atender la requisitoria de DOM, para llegar a los espectadores comodorenses que quieren disfrutar de la pieza teatral, como así también: narrar otros aspectos de una trayectoria increíble, la que incluye entre innumerables logros haber sido la actriz de una película que marcó historia: “Esperando la Carroza”.

Cuando se la consulta sobre sus elecciones, en cuanto a libros dramáticos, sobre “La Pipa de la Paz” en particular, nos narra que “elijo hacerla porque a la autora, Alicia Muñoz, argentina, la considero una gran dramaturga, ya que crea situaciones muy graciosas. Y a caballo de un tema muy serio, como lo es la paz, ya que el mundo está continuamente en guerra, una termina y otra comienza. En el núcleo familiar, también, se apaga un fuego y otro se enciende. Acá, entonces, el hijo se encuentra trabajando por la paz mundial, en tanto que, la madre, está tratando de lograrla en la familia. Este es el nudo central del argumento de la obra, con la que se encontrarán e invitamos a los comodorenses”.

Quien le brinda mucha confianza, a la hora de caminar el escenario, es su compañero Sergio Surraco, cuando se le pide que relate sobre su desenvolvimiento y la relación que sostienen -como partenaires- explicará que “es un actor premiado, de amplia experiencia. Esto hace que sostenga la obra, al nivel que hay que sostenerla, lo que exige. El gran tema, el más importante, es que se trata de un gran compañero, eso hace que facilite mucho las cosas, que exista una maravillosa relación”.

Adentrándonos en las rutas que los llevan de norte a sur, de este a oeste y viceversa, los tours de presentación saliendo de la capital nacional, adelante que “con la gira nos va muy bien, el espectáculo es muy bien recibido, siempre digo que cada parlamento es una carcajada y si alguien me cuenta que fue a ver una de mis obras, rió sin parar, cumplí, yo quiero ver ese espectáculo, pago la entrada, le mando un fuerte abrazo a los comodorenses”. Enseguida nos brinda una posición cuasi filosófica: “Yo, la verdad, me cuido, elijo, de lo que me ofrece la realidad, lo que me es más a fin. Jamás, esa de que tomo cualquiera porque sino me van a quedar sueños por cumplir. Eso no es bueno. Así, me va muy bien, porque en todo podés desarrollarte, crecer, simplemente se trata de mantener la actitud de amor. Y de respeto por la profesión, que es lo que, de verdad, hace muy interesante cualquier trabajo. Amo lo que hago y, sobretodo, que a la gente le guste lo que hago”.

 

Inactividad por el virus

En tiempos de pandemia global, sin lugar a dudas, todas las actividades de la producción se vieron afectadas en el normal desenvolvimiento. En cuanto a las artes escénicas, directamente se cerraron las salas y teatros, al prohibirse las reuniones masivas. En la actualidad, miembros del sector de eventos, espectáculos, artes escénicas y cultura reclaman la recuperación de la actividad, para equilibrar la balanza con el tiempo perdido.

“Post Pandemia, la gran cantidad de espectáculos que estaban dormidos, que habían tenido estreno y hubo que frenarlos, ahora, por el contrario, tienen un gran movimiento, tanto en Buenos Aires, como en gira por el interior, cosa que es maravillosa. A mí, me ha tocado abrir escenarios que estaban cerrados, siendo la primera obra en estrenarse post pandemia, cuestión que fue muy gratificante. Es maravilloso, tanto para la gente que está ávida de apreciarlos, como nosotros de presentarlos. Genial”.

Por el contrario, cuando se le consulta sobre cómo fue vivir ese tiempo de reclusión en los hogares, Blum narra que recurrió a una herramienta que utilizaron muchas actividades: una PC y la red virtual. “Varios alumnos me propusieron dar clases, a través de la vía web, y bueno, un allegado se encargó de abrir, hacer las conexiones, al mismo tiempo que, una alumna, se dedicó a inscribir gente, logrando que se armaran tres grupos, de más de 20 personas. Así que, tuve el privilegio de trabajar mucho, durante la pandemia, en lo que me gusta, formando gente, siempre dentro de la profesión. En ese sentido, fue muy bueno”.

En la pieza teatral, que CDM Producciones propondrá en el auditórium del María Auxiliadora, Felisa (Betiana Blum), es una adulta mayor que vive en soledad, en la antigua casa que compartió con Vicente, su esposo, fallecido hace seis años. Su única compañía son las cenizas que conserva en una especie de altar pagano y con las que dialoga constantemente. Está enemistada con Marina y Griselda, sus dos hijas mujeres, y mantiene contacto telefónico con Dani (Sergio Surraco), el único vástago varón que, tal vez por sensibilidad o culpa, atiende sus demandas y escucha sus quejas. El problema es que él vive en Nueva York, donde trabaja para las Naciones Unidas, como mediador de un conflicto bélico en África y formó su propia familia al casarse con Carol.

El conflicto estallará cuando la madre, llamada telefónica mediante, le transmita preocupación y logre que él, de manera inmediata, regrese a Buenos Aires, creyendo que la señora tiene alguna enfermedad seria y requiere atención especial. El esmero de ese muchacho por recomponer el vínculo familiar con sus hermanas pondrá en juego su paciencia y tolerancia porque como dice la protagonista: “A un perro viejo no se le cambia la cucha".

La Pipa de la Paz es una típica comedia dramática en la que, a través de ciertas estrategias retóricas y dramáticas, se logra la construcción de dos personajes profundamente reconocibles, sin que por ello pierdan nada de teatral. La madre, interpretada por la siempre brillante Betiana Blum, se sirve de cuanta estrategia hiperbólica encuentra, para lograr en la platea: el humor, al mismo tiempo que el reconocimiento. Una madre pulpo, incapacitada –como le reprocha su hijo– de ver el mundo más allá de su propio ombligo, desarrolla estrategias para seguir siendo un centro, que tal vez nunca fue o que lo fue solo en su propio imaginario. El humor negro se encuentra en el centro de la escena gracias a un marido ya muerto y un acontecimiento central con uno de sus yernos, que la ubica directamente en el ridículo.

 

Clásico nacional del cine

Hace un mes se produjo el estreno del documental sobre los fanáticos del mítico film argentino “Esperando la Carroza” (película de 1985), que indaga sobre las razones obvias y ocultas de este fenómeno. Fanatismo e identificación, la película plantea un interrogante inicial: ¿Por qué Esperando la Carroza y no otra película?. El elenco envidiable ya la transforma en una de las realizaciones más notorias de la historia del cine nacional, a Blum la acompañaron: Antonio Gasalla, Luis Brandoni, Enrique Pinti, Lidia Catalano, Mónica Villa, Andrea Tenuta, Cecilia Rosetto, Diana Frey, Matías Altamore, Marcos Pérez, Mariana Alicia Pianciola, Enzo Doliri, Andrés de Francisco, Mariano Frigerio.

La actriz, que el 15 subirá a escena en Comodoro, se emociona, a la hora de hablar sobre el film que dirigiera Alejandro Doria. “Esperando la Carroza'' fue una película a la que le tengo mucho agradecimiento, de haber participado, ya que la gente se siente muy representada. Está elegida como la película que acompaña, me han dicho cosas como ‘la llevamos cuando viajamos, por si alguno de los días llueve’. Cosas así. Siempre íbamos a esa casa, Doria tenía muy claro cómo hacerla, cómo plantear cada escena, el guión es maravilloso, es perfecto. Éramos un grupo de actores profesionales, que trabajamos muy en serio, amen que es una comedia (rie), por eso es graciosa. La filmación fue muy armoniosa, la pasamos muy bien. Nos sorprendimos, con la aceptación que tuvo en el estreno y aún hoy, en la elección que se va incrementando, es maravilloso” cerró ante la requisitoria de DOM.

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