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Gustavo Blázquez: “A través del arte mostramos una reflexión frente a femicidios, travesticidios y otras formas de violencia patriarcal”

domingo 19 de septiembre de 2021
Gustavo Blázquez: “A través del arte mostramos una reflexión frente a femicidios, travesticidios y otras formas de violencia patriarcal”

El director de la Manzana de las Luces repasa las actividades que propone el Complejo Histórico para debatir y reflexionar acerca de los femicidios y otras violencias patriarcales.

 

La Manzana de las Luces, en su regreso a las actividades presenciales, presentó “El cuarto de Lucía”, una instalación creada por Marta Montero y Claudia Acuña, que recrea la habitación de Lucía Pérez, la joven marplatense que fue víctima de un femicidio. La exhibición propone exponer en el espacio público, el ámbito más íntimo de la víctima de un femicidio que sigue impune por el rol que jugó el Poder Judicial para que así sea. El objetivo es invitar a la reflexión y al debate comunitario.

El director de la Manzana de las Luces, Gustavo Blázquez, cuenta cómo fue este mes de actividades donde el disparador fue Arte contra las Violencias, que también significó el regreso de algunas actividades presenciales al complejo. Además, adelantó las temáticas a trabajar de los próximos meses.

 

¿Cómo surge la idea de presentar este ciclo integral sobre Arte contra las Violencias?

La idea de presentar este ciclo sobre violencias responde a un concepto general que venimos trabajando hace más de un año, en donde cada uno de los meses nos dedicamos a profundizar en la relación con un grupo, con una comunidad, con un colectivo, y de esa manera desarrollar algún tipo de concepto, noción, problemática urgente de nuestra contemporaneidad. Así por ejemplo, los octubres venimos trabajando el concepto de “marrón” y a partir de esa noción cuestiones que tienen que ver con la xenofobia, con el racismo y lo mismo hacemos en noviembre, cuando trabajamos con colectivos de afrodescendientes, donde pensamos distintos africanismos hasta cuestiones musicales, poéticas, de danzas. En este sentido, agosto estaba destinado a pensar las violencias. La Manzana de las Luces es también un documento de violencias, en la Manzana, además de los rastros de la violencia colonial, hubo asesinatos como el de Manuel Vicente Maza, atentados contra la universidad pública como La Noche de los Bastones Largos, la destrucción y la demolición de los edificios de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales. La Manzana de las Luces es un territorio de violencias, por lo que nos parecía muy oportuno trabajar esa cuestión. Allí se produjo el cruce con Mu, la productora Claudia Acuña y otras personas que nos pusieron en relación con la familia de Lucía Pérez, y se fue armando esta cuestión y este deseo de que “El Cuarto de Lucía” habitara la Manzana, nos habitara y de esa manera eliminara y advirtiera sobre las violencias patriarcales.

 

“La exhibición propone exponer en el espacio público, el ámbito más íntimo de la víctima de un femicidio que sigue impune por el rol que jugó el Poder Judicial para que así sea. El objetivo es invitar a la reflexión y al debate comunitario”.

 

¿Con qué se va a encontrar el público?

Lo que el público va ver y se estuvo mostrando es una instalación que reproduce el cuarto de Lucía Pérez, adolescente asesinada, víctima de femicidio en Mar del Plata. Este femicidio permanece impune, dada la complicidad patriarcal de la justicia y de esos jueces en particular. Los y las visitantes pueden acceder al cuarto, que es una reproducción del cuarto de la joven tal cual quedó el día que fue hacia el colegio y fue secuestrada. Además, en el televisor y en una pared se proyecta el film de actividades de la lucha de la campaña Somos Lucía contra esa impunidad, contra ese asesinato. En el televisor se puede ver el juicio a los asesinos, cómo lo que se juzga son a las víctimas y en ese sentido, como dice la familia de Lucía, “todo femicidio es evitable” y para eso es necesario una justicia justa. El público también va a encontrarse con una serie de sillas que le permiten esperar para entrar al cuarto, el cuarto es individual o de a dos personas donde están colgados pañuelos bordados por el colectivo Bordamos por la Paz de Córdoba con víctimas de femicidios, travesticidios y otras formas de violencia patriarcal. También va a encontrarse con una gran carpa que sirve para la realización de talleres presenciales y donde siempre puede encontrarse al papá y a la mamá de Lucía que están activando la instalación.

 

¿Cómo se decidió abordar el tema de la violencia de género y exponerlo a través del arte?

A través del arte estamos mostrando una reflexión, una toma de conciencia y un posicionamiento político frente a feminicidios y travesticidios y otras formas de violencia patriarcal. La muestra es una activación, una forma de arte político más cercano a lo que se denomina actualmente artivismo. No queremos mostrar o exhibir. Lo que estamos haciendo es activar, ser una enzima catalizadora de un proceso de transformación social. No es una exposición, es una intervención.

 

¿Cuál fue la devolución del público que asistió a las actividades presenciales?

Las personas asistieron tanto a los talleres presenciales como a las actividades virtuales, como a diversas activaciones estético-políticas que se daban los domingos a la tarde donde se leían manifiestos, donde se encontraban familiares de otras víctima como por ejemplo Ángeles Rawson, se cantaba con artistas como Ópera Queer o Susy Shock. La devolución del público fue plena de amor. Lo más importante de esta instalación, de esta forma de intervención política, fue la cadena de amor que se generaba entre los familiares, entre el público que asistía y los abrazos de los padres y de las madres de víctimas. La reconstrucción de ese tejido social destruído por la violencia patriarcal. Fue maravilloso la afectividad y las emociones que se gestaron y se generaron en estos intercambios.

 

¿Tienen previsto continuar con actividades similares?

Nuestra propuesta es continuar con actividades similares produciendo algún tipo de reflexión y activación estético-política de intervención en los lazos comunitarios y repararlos, sanarlos de las violencias. En octubre, trabajaremos con “Identidad marrón” en la lucha contra el racismo a través de intervenciones poéticas musicales como son lo que llamamos Manzanas, entonces habrá una Manzana Marrón, una Manzana Peruana, una Manzana del Sur, destinadas a celebrar estas identidades y producciones culturales. Lo mismo pasará en noviembre con la cultura afroargentina, celebraremos nuevamente a María Remedios del Valle, Madre de la Patria. En diciembre trabajaremos con cuestiones que tienen que ver con el HIV, con las celebraciones en general como forma de hacernos más humanos.

 

Cultura.gob.ar

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