De la mano de Domínguez, Jorge Newbery cumple la cuota ganadora
Newbery estuvo más cerca de aumentar la diferencia, pero ni Arrieta, ni el propio Domínguez estuvieron finos para resolver en los momentos de quiebre. Petroquímica, que lo había neutralizado, terminó quedándose sin nafta para jugarse la heroica y llegar a la hazaña del empate.
La historia tardó en arrancar. Como la gente que desayunó a la hora del almuerzo para llegar al Municipal en un día netamente futbolero. El comienzo no alcanzó a calentar el ambiente y no hizo olvidar la previa del superclásico. Ni Newbery, ni Petroquímica pudieron romper el cerco a pesar de dos esquemas conocidos y del mutuo respeto.
Gastón Barrientos, acá lejos de la pelota, pero goleador.
Al local le costó el armado, Domínguez concentró marcas, pero no hubo llegadas y la visita expuso orden y despliegue con Lasso como referencia y algún intento aislado de Mareco que generó cierta zozobra.
El juego no fluyó en un primer tiempo olvidable que se coronó con una pérdida inexplicable: Domínguez desbordó por derecha y habilitó a Nicolás Arrieta quien, entrando por el área chica, falló en soledad con el arquero como único obstáculo. Después un córner de Rodrigo Cárcamo durmió en el travesaño y con las corridas de Domínguez como único recurso, Newbery recurrió a lo que sabe: pelota detenida, pegada de Cárcamo, una maratón de rebotes y la aparición de Gastón Barrientos, un pescador oportunista para el 1-0.
Nicolás Arrieta en uno de los varios avances del Lobo.
El Lobo volvió recargado del descanso. Arrieta falló tras otro desborde de Domínguez y el arquero Walter Cruz sacó in extremis un cabezazo alto y le achicó un mano a mano a Beloqui.
El ingreso de Benjamín Pedroza le dio agresividad a un Petroquímica obligado a remontar la cuesta aun tomando riesgos. Domínguez siempre Domínguez. El diez estuvo en todas, lideró ataques, construyó con pocos materiales y se convirtió en una pieza irreemplazable para un Lobo que se afirma, formaliza el trámite y termina dando cumplimiento efectivo.
Adelante Ángel Díaz, como el Aeronauta.
