lunes 29 de abril de 2024
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“Está en un valor altísimo fruto del incremento de los precios que ha habido en este último tiempo”, dijo César Herrera

En Comodoro, la canasta alimentaria aumentó más del 300% en un año

martes 16 de abril de 2024
En Comodoro, la canasta alimentaria aumentó más del 300% en un año

El Observatorio de Economía de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de la Patagonia (UNPSJB) publicó el informe que ilustra el incremento del costo de vida en esta ciudad.

De acuerdo con este estudio, en marzo de este año se necesitaron $856.357 para cubrir la canasta básica en Comodoro Rivadavia. Vale recordar que esta cifra, que indica la línea de pobreza, es calculada para un hogar típico de cuatro personas, compuesto por dos adultos y dos niños.

Dentro de este total, una parte importante corresponde a la Canasta Básica Alimentaria, valorada en $392.825. Hace un año, para marzo de 2023 el valor era de $96.742, lo que refleja un aumento superior al 300%.

El Cdor. César Herrera y referente del Observatorio de Economía de la Facultad de Ciencias Económicas de la UNPSJB, señaló que la canasta básica “viene creciendo en un porcentaje bastante parecido a lo que es la medición nacional, en este caso, a nosotros nos dio 10.2% en el mes de marzo con respecto al mes de febrero”, dijo.

Aclaró algunos aspectos respecto a la canasta básica y qué es lo que incluye, si comprende o no el alquiler, la medicina prepaga o colegio privado. “Todos esos ítems no están contemplados en esta canasta mínima. Entonces extrapolamos a los valores de acá otra metodología, que nos da $1.284.000 como umbral mínimo para una clase media para ese mismo hogar y $3.400.000 aproximadamente sería el monto máximo”.

Continuó explicando que en “líneas generales entre $850.000 y $1.280.000 existen dos clases: la clase media frágil y la clase media vulnerable, entonces desde el Observatorio hacemos un estudio referido a esa mirada que es mucho más abarcativa que de lo que veníamos haciendo que era línea de pobreza y línea de indigencia”.

En relación a la canasta alimentaria, respecto a marzo de 2023 la suba representó un 300%. “Esa canasta de alimentos es lo que nosotros tomamos como referencia para definir lo que es la línea de indigencia y está en un valor altísimo fruto del incremento de los precios que ha habido en este último tiempo”, manifestó.

A diferencia de lo que ilustran consultoras de Buenos Aires, en la región patagónica o al menos en Comodoro Rivadavia y Rada Tilly, “no vemos que los precios sean prácticamente iguales a los de la semana anterior, sino que vemos un incremento”.

En este sentido, los rubros que más aumentaron fueron: carnes y derivados (31,05%) y panes y cereales (23,82%). El año pasado la carne representaba el tercer rubro en importancia en la canasta básica de alimentos, o sea, primero estaba la fruta y verduras; el pan y las harinas y después la carne. “La carne, que el año pasado ocupaba el tercer puesto en incrementos, volvió a ser el rubro que más ha aumentado. Queda lejos con un 23% el pan y productos derivados de las harinas y mucho más abajo, las frutas y verduras con un 18%”, explicó.

Siguiendo por esta misma línea, Herrera hizo hincapié en el trabajo que realizan desde la página web de precios, donde tienen una comparativa de precios respecto a la semana y mes anterior. “Entonces para tener una visualización rápida, el rojo significa que el precio aumentó, verde que se mantuvo y azul que bajó. Encontramos pocos azules, muchos verdes pero también muchos rojos. De los 20 mil precios en supermercados de Comodoro Rivadavia y de toda la región patagónica, vemos que hay más rojo que verde”, explicó.

“Se va dando lugar a una economía social y solidaria para tejer lazos que permitan sobrevivir”

Por otro lado y respecto al contexto económico y social actual, Herrera reiteró que la pobreza está estrechamente ligada al nivel de ingreso, y ante los diversos cambios en los incrementos de los precios “ha ido dando un formato nuevo en los ciudadanos de los sectores medios”.

Este nuevo formato de la clase media, según Herrera, se caracteriza por “dejar de tener la prepaga, dejar de mandar a sus chicos al colegio”. Una clase media “vulnerable o frágil” que “deja de salir a comer afuera, que empieza a restringir los gastos, que compra la vestimenta necesaria y se centra solamente en el alimento” dijo, y advirtió esto, teniendo en cuenta que aún no ha impactado en las economías familiares los precios que vienen de energía eléctrica, gas y transporte público.

“En el gobierno (dictadura) militar, la pobreza pasó del 5% al 25% y ese dato se transformó en un 25% estructural, ahora pareciera que hay otro nuevo piso que pudiera llegar a ser estructural que es el 50%”, dijo.

A raíz de esto, es que surgen diversas estrategias solidarias, que son cada vez más frecuentes en la comunidad de ayudar al otro y compartir con el vecino. “Esto nos está llevando lentamente a generar otra vez el tejido de redes de supervivencia, que está dado por diversas organizaciones o agrupaciones como la Iglesia con Cáritas, otras comunidades religiosas o el trabajo voluntario” dijo, y agregó: “y el tema de los movimientos sociales y la posibilidad de sentirse contenido allí”.

En este sentido, se va dando lugar a una economía social y solidaria “que va a tener mucha importancia para tejer lazos de comunidad que permitan sobrevivir, porque si no uno implosiona, o sea: la persona está enojada, no le alcanza para fin de mes, pero en lugar de transformarlo en una protesta social, lo transforma en una protesta individual y esto se da en el incremento de la violencia en las calles, por ejemplo”, dijo Herrera.

Universidades: “Facturas de servicios que estaban entre 70 y 80 millones de pesos se van a ver multiplicadas mínimo cuatro veces más”

Con miras al paro nacional y la gran marcha universitaria del 23 de abril en defensa de la educación pública y en reclamo de una actualización presupuestaria, Herrera abordó el tema y señaló cómo afecta la falta de presupuesto a las universidades.

En primera instancia explicó que todas las universidades cuentan con el presupuesto congelado al 2023, el cual no cubre la actualización de diversos servicios básicos que hacen al funcionamiento de la universidad. “Facturas que estaban entre 70 y 80 millones de pesos de energía eléctrica y de gas, se van a ver multiplicadas mínimo por cuatro y entonces ahí estamos ante una posibilidad muy fuerte de que nos quedemos sin opciones presenciales”, sostuvo.

Si bien señaló que ya se está pensando en la virtualidad, explicó cómo afecta este panorama al trabajo puntual que realizan desde el observatorio. “Nosotros estamos mucho en la web de precios y dependemos de Internet. Recientemente se rompió el rack y estamos con una Internet muy de emergencia que no nos permite trabajar con solidez los desarrollos que venimos haciendo, entonces pasamos a trabajar en cada una de nuestras casas, pero eso también evita que nos sentemos en mesas a poder intercambiar. Estamos tratando de hacer la mejor educación e investigación que se pueda con los medios muy restringidos”, cerró.

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