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22 de julio: “Día Mundial del Cerebro”

ACV y Alzheimer, cómo proteger el cerebro

sábado 22 de julio de 2023
ACV y Alzheimer, cómo proteger el cerebro

El sistema cardiovascular tiene un papel fundamental en la salud del cerebro. Una oportuna intervención puede prevenir el ACV, la demencia e incluso la enfermedad de Alzheimer. Cómo debemos cuidar el cerebro.

Cada 22 de julio se celebra el “Día Mundial del Cerebro” y por este motivo, la Federación Argentina de Cardiología (FAC) invita a tomar conciencia y cuidar el órgano que nos permite ser quiénes somos.

El Dr. Gustavo H. Cerezo (MN 66559), cardiólogo miembro de la FAC, dice que “somos un cúmulo de neuronas que aprenden y contribuyen a nuestra comprensión del mundo que nos rodea. Pero a medida que envejecemos las neuronas se desgastan, el cerebro declina en sus funciones y nuestra agilidad mental se sume en una apacible lentitud”.

El ACV y la enfermedad de Alzheimer, son dos condiciones devastadoras que amenazan el cerebro. La primera por la súbita aparición y sus secuelas neurológicas invalidantes, la segunda por la pérdida progresiva de la memoria hasta la desaparición de la propia identidad. Ambas enfermedades pueden prevenirse si preservamos nuestra “salud cardiovascular”.

“Antes del primer olvido o pérdida de memoria, antes del primer síntoma que indica el comienzo de un ACV, nuestro cerebro estuvo sufriendo durante años en forma silenciosa. Las arterias cerebrales fueron enfermando, perdiendo su función y ocluyéndose en forma progresiva. Pero una oportuna intervención puede prevenir, retrasar o atenuar las consecuencias del daño vascular del cerebro”, sostiene el Dr. Augusto Vicario (MN 67075), cardiólogo miembro de la FAC.

Ambos profesionales coinciden en que algunas recomendaciones pueden beneficiar tanto al corazón como a la salud cerebral.

Cómo cuidar el cerebro

  • Controlando la presión arterial al menos dos veces al año. La hipertensión arterial es la enfermedad vascular más frecuente que daña tanto al corazón como al cerebro. Y su diagnóstico requiere tratamiento médico.
  • Dejar de fumar. El humo del cigarrillo aumenta la rigidez de las arterias y disminuye el oxígeno cerebral. No importa cuántos cigarrillos fume, un cigarrillo también daña.
  • Controlar el colesterol y la glucosa (azúcar) en sangre al menos una vez al año. El colesterol en exceso se deposita en las arterias y las ocluye paulatinamente. El azúcar elevado predispone al desarrollo de diabetes y daña las arterias y el cerebro.
  • Cuidar el peso, mantener una dieta saludable
  • Realizar actividad o ejercicios físicos en forma regular. El ejercicio mejora la circulación cerebral. Caminar
  • 10.000 pasos por día disminuye el riesgo de padecer demencia.
  • Estimular el cerebro, leer mucho e interactuar socialmente con otras personas, familiares o amigos.

Así, la FAC recuerda que cuidar el corazón es sinónimo de cuidar el cerebro. Estas recomendaciones son válidas en todas las edades y cuanto más temprana su implementación mejor podrá preservarse la salud cerebral.

¿Cómo se puede tener un cerebro activo y sano?

Gracias a una iniciativa de la Federación Mundial de Neurología (WFN, por sus siglas en inglés), cada 22 de julio se celebra el Día Mundial del Cerebro, con el objetivo de dar a conocer la importancia de la actividad del órgano más complejo del ser humano y concientizar acerca de enfermedades que suelen pasar inadvertidas. Desde OSPEDYC, se explica cuáles son las enfermedades que se pueden producir en el cerebro y cómo se pueden evitar siguiendo simples medidas preventivas.

El cerebro es uno de los órganos vitales del cuerpo humano y uno de los más complejos ya que controla las actividades cognitivas, y las acciones y funciones corporales. Está compuesto por tres partes y cada una de ellas tiene tareas fundamentales. El encéfalo es el centro de coordinación de actividades sensoriales e intelectuales como la memoria y la resolución de problemas. También controla el movimiento del cuerpo. El cerebelo controla la coordinación y el balance, y el tronco conecta el cerebro a la columna vertebral y controla funciones automáticas como la respiración, la digestión, la frecuencia cardíaca y la presión arterial.

“El cerebro y el sistema nervioso central son el centro de mando del cuerpo humano, que controla las funciones corporales conscientes e inconscientes y, por tanto, influye en todos los aspectos de la vida. Por este motivo es de suma importancia cuidarlo y evitar su deterioro”, explica la Dra. Valeria El Haj, Directora Médica Nacional de OSPEDYC.

Enfermedades del Cerebro

Según la Federación Mundial de Neurología (WFN), las principales afecciones relacionadas al cerebro son las siguientes:

  • Accidentes cerebrovasculares: 15 millones de nuevos casos cada año y 80 millones de personas viven con secuelas. Es la segunda causa más común de discapacidad. Alrededor de 6 millones mueren cada año por accidentes cerebrovasculares.
  • Migraña: afecta a 3 billones de personas.
  • Demencia: afecta a 55 millones de personas siendo el Alzheimer su forma más común. Se calcula que representa entre un 60% y un 70% de los casos. Y se estima que para el año 2050 afectará a 139 millones de personas.
  • Parkinson: afecta a 7 millones de personas.
  • Epilepsia: afecta a más de 50 millones de personas.
  • Esclerosis múltiple: afecta a 2.8 millones de personas.

“El incremento de estas cifras pone en alerta a la sociedad en cuanto a la salud cerebral. Por lo que resulta fundamental comenzar a realizar acciones o actividades que ayuden a ejercitar la mente, obteniendo una mayor calidad de vida a largo plazo”, manifiesta la profesional de OSPEDYC.

Un cerebro activo es un cerebro en buen estado

Se considera que una persona tiene un cerebro sano cuando es capaz de prestar atención, recibir y reconocer información que le llega del exterior a través de los cinco sentidos, tener la capacidad para aprender cosas nuevas y recordar eventos pasados. Asimismo, una persona con un cerebro saludable, puede comunicarse, resolver problemas y tomar decisiones, así como tener motricidad y ser capaz de controlar y regular las emociones.

Al igual que se entrena el cuerpo, es importante saber que también se puede entrenar la mente. La profesional de OSPEDYC menciona una serie de propuestas para ejercitarla:

Comer saludable: una dieta rica en frutas, verduras, vegetales y pescados favorece el transporte de oxígeno y nutrientes para su correcto funcionamiento. Además es importante el equilibrio, comer cantidades moderadas, seguir un horario regular de comidas y mantener una buena hidratación.

Mantenerse activo desde el punto de vista cognitivo: mediante actividades que obliguen a pensar, juegos de memoria, rompecabezas y elaboración de pasatiempos (crucigramas, sopa de letras o sudoku).

Seguir aprendiendo y desafiar al cerebro: continuar la educación puede ayudar a reducir el riesgo de declive cerebral y demencia.

  • Hacer ejercicio o actividad física regularmente: acorde a la edad y al estado físico. Ayuda al cerebro a “ejercitarse” en capacidad para resolver conflictos, planificar, realizar tareas simultáneas y a interactuar perceptivamente con el medioambiente.
  • Prevenir los factores de riesgo cardiovascular: hipertensión, glucemia elevada, hipercolesterolemia, sobrepeso y obesidad, consumo de drogas ilegales y tabaquismo.
  • Controlar el estrés, la ansiedad y la depresión: buscar ayuda especializada. La tensión es la gran enemiga del cerebro, afectando al hipocampo y otras áreas implicadas en la memoria.
  • Conservar la interacción social: estrechando vínculos con la familia, amigos y el entorno laboral, así como participar en actividades de esparcimiento, para un desarrollo psicológico saludable. Numerosos estudios han demostrado que quienes tienen una vida social activa también tienen cerebros más activos y sanos.
  • Además, los expertos remarcan que, en líneas generales, es muy importante que la actividad que se elija cumpla con los siguientes requisitos:
  • Que sea novedosa y desafiante. Cuanto más alejada esté la actividad de las tareas habituales, mejor; pero es muy importante que sea algo que a la persona le guste.
  • Que tenga una meta u objetivo. Es recomendable asegurar el control del progreso hacia lo que se quiere lograr.
  • Que se realice en el marco de una actividad social. El entrenamiento cognitivo puede ser más eficiente si se realiza con otras personas, no sólo porque sea más divertido, sino porque también puede aumentar el nivel de esfuerzo y ayudar a superar barreras como el aburrimiento.

“Muchos problemas de salud mental son generalmente silenciados y subestimados. Por eso mismo, se debe promover su cuidado preventivo. Siguiendo una serie de buenos y simples hábitos podemos extender nuestra salud cerebral y ganar años de vida”, concluye la Dra. El Haj.

 

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