Marcos López: "Con esta muestra estoy exorcizando demonios y tratando de amigarme con mi niño interior"

La muestra Marcos López: Clásico y Moderno reúne una serie de noventa imágenes: algunas del propio artista y otras que fue adquiriendo en anticuarios y mercados de Buenos Aires y otras ciudades de América Latina. Luego, pintadas e intervenidas a mano, las resignifica poniendo en tensión no solo el pasado y el presente de las imágenes, sino también otras percepciones y discursos representados. El extrañamiento de las intervenciones, de alguna manera, es siempre un intento para cuestionar aquello que parece naturalmente dado.

En casamientos, bautismos, comuniones, retratos y otros momentos fotografiados que registran cierta forma de cotidianidad de algunas sociedades, López les imprime su mirada lúdica y personal, para transformarlas en piezas únicas. El resultado: una suerte de “surrealismo criollo”, según sus propias palabras, que invita a cuestionar y reflexionar acerca de todo y de todos.

Fotógrafo y artista plástico, Marcos López comenzó a tomar fotografías en 1978. Durante su carrera, recibió numerosos premios y su obra se ha exhibido en distintos museos y galerías de arte de todo el mundo. Entre las más destacadas de los últimos años: "Toledo Contemporánea" (Toledo, España, 2014), "Pop Latino / Surrealismo criollo". Instituto Cervantes (Roma, Italia, 2014), "Ser Nacional" en el CCK (Bs. As., 2016), "In-Continente en Rolf Art" (Bs.As. 2018), "Photography at its Limits" en el Houston Center of Photography (Houston, USA, 2019), "Pause déjeuner" en la Biblioteca Bouches-du-Rhône (Marsella, Francia, 2019).

A continuación, nos cuenta más sobre sus obras, detalles de su trabajo creador y aquella tensión que propone entre pasado y presente para, a través de las imágenes, despabilarse y repensar.

-En las obras que presenta en esta Muestra, lo clásico y lo moderno es justamente lo que se pone en tensión, el propio concepto de temporalidad de las imágenes. Al respecto, y mediante la intervención que realiza en las piezas, ¿es posible la aparición de nexos (entre un tiempo y otro) que cuestionen el pasado, la tradición y la forma en que nos llegan las imágenes?

-Creo que ahí mismo, en la pregunta, está la respuesta: el nexo que aparece entre un tiempo y otro resignifica la imagen y exorciza, cuestiona, pone en evidencia formas culturales rígidas -supuestamente sólidas-, que a través del dibujo, el collage y la superposición de símbolos desestructuran lo que esas imágenes de ceremonias, casamientos, comuniones y familias, significaban o pretendían. Lo que yo siento ahora -que me formé con esos valores patriarcales- de matrimonios para toda la vida, educación en colegio católico, dictadura militar, etc., es como si desde hace algunos años se hubiera pateado el tablero a esas “verdades” y se están reacomodando las costumbres, estructuras de poder y de política cotidiana, idiosincrasia cultural de otra manera. A veces me parece que soy el bisabuelo de mis hijos.

-En ese sentido, ¿cómo piensa la intervención de una foto por ejemplo? ¿Cómo se da esa transformación en la pieza?

-Yo no pienso. Las ideas me vienen y muchas veces la mano actúa sola. A veces se me aparecen figuras en sueños o cuando hago yoga, o cuando miro Instagram. Por ejemplo: una hiena. Entonces, busco alguna foto donde pueda dibujarle una hiena. O el libro de comunión de una niña, lo transformo en el libro rojo de Mao, solo por la forma y el tamaño del libro.

-¿Qué sucede con el contenido? ¿Hay un contenido específico previo sobre el cual se trabaja o la forma es siempre el fondo?

-El contenido es fundamental, central. Todo mi trabajo siempre tiene un tema: la justicia, la familia, los valores familiares, el alcohol... Lo que hago, muchas veces a través del humor, es hablar de cosas muy serias. Siempre me interesó que mi trabajo reflexione sobre una identidad cultural regional, nacional y latinoamericana.

-¿Hay ciertos elementos en las piezas que responden al inconsciente, a lo onírico? ¿Podemos hablar de una muestra surrealista?

-Es una mezcla de surrealismo criollo, juego infantil, cómic, arte político, pop art, laborterapia, artesanía popular, pintura de grafitis callejeros, pastiche, cocoliche, retratos clásicos... Nunca me interesé por leer teoría del arte o hablar de movimientos artísticos. Si me dicen en una conferencia: "Defina el arte concreto, o el neorrealismo italiano en cine, o que es la antropofagia brasileña", no sabría que contestar, a pesar de que lo escuché decenas de veces.

-En alguna oportunidad comentó que hay una idea, a través de algunas de estas obras, de "exorcizar demonios". ¿Efectivamente, hay un intento de ello?

-Cuando me estaba preparando para tomar la comunión en la Iglesia de Gálvez, el pueblo donde viví mi infancia, vino un ayudante del cura -un chupamedias- y, antes de entrar a la Iglesia, nos reunió a los diez o doce chicos que nos estábamos divirtiéndonos jugando a la pelota en el patio de la Iglesia, y nos dijo: "Ahora vamos a entrar a la casa del Señor. Tienen que hacer silencio y tener fe. Dentro de una semana van a recibir la hostia, que es el cuerpo de cristo. Recuerden una frase del Apocalipsis, en la Biblia: 'A los tibios de mi boca los vomito'". Y como yo no tenía fe, no sentía lo que era la fe, no entendía, me sentí todo vomitado por Dios. Esa frase estoy exorcizando. Con esta muestra estoy exorcizando demonios y tratando de amigarme con mi niño interior.

-Para quienes se acerquen a visitar la muestra, ¿qué cosas tener en cuenta para disfrutar mucho más?

-Mirar, abrir los sentidos, respirar hondo, y no tratar de entender nada.

Cultura.gob.ar