Día Mundial contra la Hepatitis: todas las vacunas son importantes
Cada 28 de julio se celebra el Día Mundial contra la hepatitis para concientizar sobre las hepatitis virales que inflaman el hígado y provocan diversas enfermedades graves, entre ellas el carcinoma hepatocelular. Las hepatitis virales constituyen un serio problema para la salud mundial porque ocasionan una gran demanda de recursos médicos y sanitarios, debido a la elevada morbi-mortalidad, y el alto impacto económico-financiero. Según datos recientes, en la región de las Américas cada año hay 10.000 nuevas infecciones por el virus de la hepatitis B y 23.000 muertes.
La enfermedad puede presentarse con o sin síntomas. Los más frecuentes son coloración amarillenta en la piel y los ojos (ictericia), orina oscura, fatiga extrema, náuseas, vómitos y dolor abdominal.
Existen cinco tipos de virus de hepatitis identificados: A, B, C, D y E. Entre los distintos tipos de hepatitis, la hepatitis A y la hepatitis E suelen ser causadas por la ingesta de agua o alimentos contaminados. La B, C y D se transmiten por el contacto con sangre y fluidos corporales infectados con el virus. Las formas de trasmisión más comunes son la transfusión de sangre o productos sanguíneos contaminados, procedimientos médicos en los cuales se utiliza un equipo contaminado y, en el caso de la hepatitis B, la transmisión de la madre al recién nacido y el contacto sexual no protegido.
La vacunación es la mejor manera de reducir el riesgo de infección. En nuestro país, tanto la vacuna contra la hepatitis A como contra la hepatitis B se encuentran incluidas en el Calendario Nacional de Vacunación. La vacuna contra la hepatitis B se aplica en 4 dosis y desde el 2003 es obligatoria para niños y niñas de 11 años que no recibieron la vacuna al momento de nacer ni a los 2, 4 y 6 meses de vida. Desde 2012 tiene recomendación universal. El 13 de julio de 2012 se formalizó la creación del Programa Nacional de Control de las Hepatitis Virales por Resolución Ministerial, dentro de la estructura de la Dirección de Sida y ETS.
Todos los niños deben recibir la vacuna contra la hepatitis A a los 12 meses de edad. En los adultos no vacunados el esquema de hepatitis A es de dos dosis y el de hepatitis B, de 3 dosis.
Según la DICEI entre 2018 y 2020 la cobertura de vacunación de hepatitis B tuvo una caída del 13% en los recién nacidos a nivel nacional, y la de hepatitis A cayó un 17% en el mismo periodo.
Es fundamental mejorar las coberturas de vacunación contra hepatitis A y B en niños y adultos, estimular el testeo para diagnóstico de las hepatitis B y C y favorecer el acceso al tratamiento.
Con respecto a la hepatitis B, Sanofi en Argentina cuenta con una Planta de producción de vacunas en el Parque Industrial Pilar. “La planta de Argentina es el único sitio productor de antígeno de hepatitis B para la formulación de la vacuna pediátrica hexavalente de Sanofi a nivel global. A nivel local, el antígeno de hepatitis B es producido a granel, el cual es 100% exportado a Francia para la combinación con otros cinco antígenos. El producto final obtenido es la vacuna hexavalente (que protege contra 6 enfermedades: hepatitis B, difteria, tétanos, pertussis, Haemophilus influenzae tipo b y poliomielitis”, destacó André Soresini, gerente general de Sanofi Pasteur para Cono Sur.
“En 2018 se realizó una inversión local de 12 millones de euros para triplicar la capacidad productiva de la Planta, los que se destinaron a la adquisición de tecnología de punta, al rediseño de procesos industriales y a la automatización y digitalización de procesos e información. La Planta de Pilar es un activo clave para la compañía ya que la vacuna hexavalente producida por Sanofi Pasteur contribuye a proteger a 30 millones de niños en el mundo en más de 120 países” destacó por su parte Cecilia Campos, gerente de Asuntos Industriales de Sanofi Pasteur en Argentina.
