La aviación en Comodoro, más que una pasión 

A lo largo del tiempo el aeroclub de Comodoro Rivadavia, generó un fuerte sentido de pertenencia asumiendo un importante compromiso con la historia, sus socios y la comunidad. Desde su fundación, los aviones cambiaron y la tecnología evolucionó, sin embargo el espíritu del aeroclub se mantuvo intacto y aún conserva su misión: formar pilotos y tener en estrecho contacto con la comunidad.

La fundación del Aeroclub de Comodoro Rivadavia se remonta a la década del 30 gracias a la existencia de la Aeroposta Argentina. A través de esta firma hicieron pie en Comodoro Rivadavia los hermanos Próspero y Vito Palazzo, pioneros del Aeroclub.

“Cuando empiezan a volar el sur de Argentina, recorren diversos puntos intermedios en la Patagonia. El servicio era, principalmente, la comunicación a través del envío de correos, no traían pasajeros. Y los aviones eran principalmente los Late 28 y la Late 25”, dijo a Crónica, Héctor Ligo miembro y gran conocedor de la historia del Aeroclub. 

Héctor Ligo, miembro del Aeroclub Comodoro Rivadavia.

Teniendo en cuenta que a principios del siglo pasado, la Aeroposta Argentina se formó gracias a la línea francesa Latécoère, empiezan a volar los cielos patagónicos, reconocidos pilotos franceses como Jean Vermouth y Saint Exupéry, autor de El Principito. 

“En ese entonces, no había pilotos locales, recién se empezaban a formar. Estaba Jorge Newbery que había hecho la aviación militar, pero pilotos civiles no había. Entonces a través del tiempo empiezan a fomentar que en cada lugar donde pasara la Aeroposta Argentina se formen aeroclubes con el fin de preparar pilotos”, explicó Ligo. 

Fue así que un 25 de abril de 1935 luego de la reunión convocada por Próspero Palazzo, piloto de Aeroposta Argentina S.A., por el Dr Washington Varando Etchegaray, un joven médico recientemente arribado a la ciudad y por el ingeniero de YPF, Luis Messone, se constituye el Aeroclub de Comodoro Rivadavia. 

Próspero Palazzo fue el primer presidente del Aeroclub y primer instructor de vuelo. Desde su muerte a tan corta edad, se convirtió en uno de los pioneros de la aviación en la ciudad. 

Al transcurrir los años, luego de diversas comisiones y acciones, en 1966 el Aeroclub se trasladó de su espacio original en Km 9 a donde se encuentra actualmente. Incluso allí, se mantiene intacto el hangar original, el mismo donde estuvo Próspero Palazzo.

“Desde su fundación, el Aeroclub siempre mantuvo la misión original que es formar pilotos e involucrarse con la sociedad, actividades que después se desarrollan alrededor de la formación de pilotos por la actividad del vuelo deportivo», indicó Ligo. 

Continuó: “De hecho hay comandantes de Chile, comandantes de Latam, comandantes de JetsMart, Aerolíneas Argentinas, que han salido de acá, del Aeroclub de Comodoro Rivadavia. Actualmente, aproximadamente 12 personas por año reciben el título de aviador”. 

En este sentido, explicó que el interés por la aviación crece cada día más por parte de personas de todas las edades, tanto hombres como mujeres. “Hay de todo, hay chicos que vienen que tienen 17 años, hacen el curso y abordan la carrera de piloto; otros que son personas grandes que lo hacen por una cuestión de asignatura pendiente en la vida y vuelan, porque les gusta y son un aficionados, otros continúan con la licencia de piloto comercial, etc”. 

El Aeroclub de Comodoro, único en la Patagonia 

Vale destacar que por sus características, el Aeroclub de Comodoro Rivadavia es el más grande de la Patagonia, teniendo en cuenta todas las actividades aeronáuticas, privadas y el compromiso sostenido con sus asociados y la sociedad en general.

Además de brindar la formación piloto privado de avión, piloto comercial e instructor de vuelo, también cuenta con la Escuela de Aeromodelismo, formación pilotos de drone y vuelos de bautismo hacia la comunidad.  Asimismo, es uno de los pocos aeroclubes en Argentina que tiene no solamente pistas de asfalto, sino iluminación para vuelos nocturnos.  

Hangar original histórico del Aeroclub comodorense.

“Hay aeroclubes que son grandes, pero no tienen una actividad social como nosotros. Acá, hay mucho club, a través de los años hemos tratado de mantener eso, que se pueda mechar la actividad aeronáutica con la actividad societaria”, concluyó Ligo.