“Las farmacias chicas empiezan a tener cada vez más problemas”

En otro tramo de la entrevista con este diario, Eduardo Molina habló sobre la rentabilidad que tienen las farmacias en Argentina, y fue crítico al afirmar que, actualmente, una farmacia de barrio tiene una rentabilidad de solo un seis o siete por ciento, mientras que las grandes cadenas tienen un porcentaje incluso menor, solo un tres por ciento.

“Las farmacias chicas empiezan a tener cada vez más problemas, problemas serios, porque la rentabilidad es cada vez menor. Una medida como un congelamiento de precios, a nosotros nos afecta y mucho. Hoy las cadenas de farmacias tienen una rentabilidad de un tres por ciento, más o menos, mientras que una farmacia de barrio tiene una rentabilidad de un seis o siete por ciento. Lo que pasa es que ese seis o siete por ciento no alcanza, entonces el farmacéutico termina vendiendo, cerrando o dedicándose a otra cosa”, sostuvo Molina.

Precios más bajos en Argentina

El presidente del Colegio de Farmacéuticos de la provincia volvió a insistir con el tema del precio de los medicamentos y señaló que “en todos lados del mundo es caro, no solo en Argentina. Es más, si hiciéramos una correlación de los precios nacionales con respecto al extranjero, son precios bajos. El problema que nosotros tenemos es otro, los sueldos de la gente. Los ingresos del argentino son muy bajos, son muy bajos a nivel internacional”, planteó el entrevistado.

“También hay que tener en cuenta que acá en Argentina solo se hacen los medicamentos, pero las drogas vienen desde afuera, vienen de países como Suiza, Estados Unidos, Inglaterra, y ahora están viniendo algunas de la India, los valores son altos, en dólares. En Argentina, quien tiene el termómetro de los medicamentos es el PAMI. Como las jubilaciones son muy bajas, lo que han hecho es entregar la medicación absolutamente sin cargo. Hay un porcentaje muy alto de medicamentos que se entregan a jubilados en las farmacias, a veces llevan tres, cuatro o cinco recetas y no pagan nada, o pagan un valor muy bajo, a lo sumo 500 pesos, y quizá están llevando 10.000 pesos. Obviamente, esto lo financia la farmacia y después el Estado, por intermedio del PAMI, termina de liquidar lo que se adeuda. Tenemos la suerte de que estamos cobrando según lo pactado, pero a muchos farmacéuticos chicos no les da para financiar esto. En líneas generales, tenemos un sistema bastante complicado, pero siempre fue así”, concluyó.