Se cumplen 12 años del crimen de “el rey de la medialuna”, que aún permanece impune
Ocurrió una tarde que la policía echó a una testigo que luego, en su rol de fiscal, esclarecería cruentos femicidios y homicidios en el sur de la provincia.
Un día como hoy y mientras se producía la desconcentración de decenas de peronistas que se habían reunido a festejar el día de la lealtad en el boulevard de la avenida Alsina al 700 -entre Ameghino y Rivadavia- se producía casi al unísono uno de los homicidios más conmocionantes y que 12 años después aún permanece impune; el de Miguel Paz (37), propietario de la panadería “El Rey de la Medialuna” en Alsina 761.
“Quiero justicia, ni mis hijos ni yo vamos a recuperar a Miguel, pero al menos la Justicia nos debe una respuesta, no es posible que nadie haya visto o escuchado nada, ocurrió con la luz del sol, con mucha gente caminando en los alrededores, alguien tiene que haber visto algo...” manifestaba días después Mónica Vera, la viuda de la víctima, quien quedaría al frente del comercio que dos años después (2010) también resultaría víctima de un violento asalto a mano armada en horas de la mañana.
El homicidio de Miguel Paz tuvo lugar alrededor de las 20 y supuestamente lo cometieron dos individuos, uno flaco y con el pelo con una colita atada atrás, el restante un tanto más corpulento. El arma utilizada fue de grueso calibre y los delincuentes se llevaron poco dinero, muy contrariados al parecer, porque el dato que tenían era de unos 100.000 pesos, mucho dinero para ese entonces.
Como dato anecdótico cabe recordar que ni bien se escucharon los disparos, salió del local a ver qué sucedía la hija de la dueña de una librería lindante al local comercial “El Rey de la Medialuna”, aunque enseguida le pidieron en tono enérgico que se metiera nuevamente en su casa y dejara trabajar “a los que saben”.
Lo cierto es que hace un año atrás, el fiscal Cristian Olazábal reabrió la causa del homicidio del panadero y amante del bowling Miguel Paz. Es que con las nuevas tecnologías incorporadas al Poder Judicial como el sistema Afis que actúa sobre huellas digitales y dactilares que podrían incluso encontrarse en un Documento Nacional de Identidad (DNI) más algunos identikits incorporados a la causa, podrían llegar a los asesinos. Sin embargo, doce años después, el crimen sigue impune.